Delantera muy agresiva y parrilla en color negro, salvo el logo RS.
Probamos el Audi RS4 Avant, un deportivo equilibrado y de tradición
AUDI RS4 AVANT COMPETITION PLUS ·
Nos ponemos al volante de un familiar con el que podemos hacer nuestras tareas diarias, pero también rodar muy rápido en un circuito. Probamos un modelo agresivo, veloz, estable y muy espacioso
Cuando supimos que íbamos a tener entre manos un Audi RS4 Avant sabíamos desde el primer momento que iba a ser un modelo que no nos iba a defraudar. Y no lo ha hecho. Este coche familiar, concretamente en su variante Competition Plus, nos hizo disfrutar tanto a nosotros como a todos aquellos que se subieron y no fueron a los mandos, y es que esta es su mejor virtud: es un gran coche tanto para el que conduce como para los que van de pasajeros, tanto delante como detrás.
Y es que el Audi RS4 Avant Competition Plus es un coche que corre, y mucho, pero también muy espacioso. De hecho, tiene un maletero de 495 litros, una capacidad ampliable a 1.495 litros si abatimos los asientos traseros.
Con mucha historia
Antes de ponernos en la prueba en sí, debemos repasar algo de historia, y es que si hablamos de familiares deportivos, hablamos de Audi. La marca alemana fue la primera en lanzar un coche familiar deportivo, el RS2 Avant con 315 CV. Ese lanzamiento fue hace poco más de 30 años, pero durante todo este tiempo Audi ha seguido evolucionando este tipo de modelos con más tecnología, innovación e investigación. Y, ahora, ya cuenta con rivales de mucho nivel como el BMW M3 Touring o el Mercedes-Benz AMG C63 S, una competitividad que nos gusta, y mucho, y que hace que las propias marcas quieran superarse y avanzando.
Eso sí, el factor histórico cuenta y, si a muchos de ustedes les preguntan por un familiar deportivo, seguramente piensen en un Audi, ya sea el RS4 o el RS6 que llega hasta los 666 CV.
Exterior agresivo
Por fuera, esta variante Competition Plus se diferencia en varios aspectos respecto al RS4 Avant de salida. La carrocería es diez milímetros más baja en nuestra unidad de prueba y vemos detalles de diseño muy interesantes, como la parrilla y el logo de la marca completamente en negro, unas preciosas llantas de 20 pulgadas o los espejos retrovisores en fibra de carbono, un material que también encontramos en un pequeño aletín de la delantera. Por detrás, tanto su aspecto musculoso como sus enormes salidas de escape nos enamoraron, así como el sonido bronco que ofrecían. Además, tienen una gran presencia sus grandes pinzas de freno en color rojo y sus discos ventilados.
Carrocería muy baja y amplio portón que da paso a un maletero de 495 litros.
Un interior práctico
Cuando pasamos al interior, lo primero en lo que nos fijamos es en la piel de alcántara que recubre el volante, la palanca del cambio automático y los asientos delanteros y traseros. Más allá de esto y algunos otros detalles, estamos en un interior que podría pasar por el del Audi A4, con todo lo bueno que eso conlleva, como la practicidad de todos sus mandos. Este modelo se ofrece con una pantalla central de 10,1 pulgadas, un cuadro de mandos digital de 12,3 pulgadas y controles manuales para la climatización, así como muchos espacios para dejar objetos. El sistema multimedia es muy intuitivo y, en la trasera, también contamos con salidas de aire y sus respectivos controles. Eso sí, debemos mencionar que un tercer ocupante en la plaza central trasera no irá del todo cómodo, ya que el túnel de transmisión es bastante grande y quita mucho espacio para las piernas. Más allá de eso, cuatro ocupantes adultos viajarán 'como reyes' en un familiar como este. Pero, vamos a centrarnos en lo que más nos interesa de este modelo: sus prestaciones.
Interior con doble pantalla y mandos muy a la vista.
Prestaciones para recordar
Bajo el capó encontramos al gran protagonista de esta prueba. Un motor gasolina V6 biturbo de 2.9 litros y 450 CV de potencia. Nuestra variante acelera de cero a cien en 3,9 segundos, a diferencia del RS4 Avant de salida que lo hace en 4,1 segundos, y cuenta con un cambio automático de convertidor de par de ocho velocidades.
La velocidad máxima del RS4 Avant Competition Plus es de 290 kilómetros por hora y, con esta variante más agresiva, tenemos muchos componentes a destacar, como la suspensión pasiva que monta. A diferencia del RS4 Avant 'normal', que equipa suspensión adaptativa, con la suspensión pasiva tenemos unas prestaciones más 'de competición' y podemos regularla de forma manual según el terreno o circuito al que nos enfrentemos. También en esta versión tenemos una transmisión configurada para un cambio más rápido, una dirección más precisa y unas barras estabilizadoras más rígidas. Además, junto a todo esto, tenemos tracción total y un diferencial trasero deportivo, por lo que en momentos puntuales se envía más potencia al eje trasero. Conociendo todos estos datos, nuestras ganas de ponernos al volante iban en aumento.
Agresividad controlada
Llega el momento de arrancar... y qué auténtico placer. El sonido está muy bien conseguido, sobre todo en los modos de conducción más agresivos, incluso tenemos los modos RS1 y RS2 en el que podemos personalizar el comportamiento del vehículo a nuestro gusto. Además, si vamos a hacer una conducción deportiva en circuito, podemos ver nuestros tiempos por vuelta, las fuerzas G, los tiempos de aceleración, la temperatura del aceite... el cielo para los frikis del motor.
Asientos muy deportivos en la delantera.
El coche nos dio unas sensaciones increíbles pero, a lo mejor... demasiado controladas. El chasis transmite genial todos los movimientos, la dirección es súper precisa, el cambio responde de una forma excepcional y la tracción es muy buena. Y por esto decimos que su agresividad es controlada, porque es un coche con el que nos divertiremos mucho si lo que nos gusta es buscar tiempos y la perfección a la hora de conducir de forma deportiva, eso sí, no es un coche que vayamos a poder 'cruzar' o hacer derrapes por así decirlo. De hecho, es un coche con el que hasta aquellos que no estén habituados a conducir un coche de tanta potencia pueden sacarle partido de forma más o menos sencilla. A todo esto se le suma una conducción súper cómoda en carretera para viajar, eso sí, debemos tener en cuenta que el consumo va a ser alto, es el precio a pagar por tener un motor de 450 CV bajo el capó. Aun así, como decimos, si queremos el coche se puede comportar como un familiar 'normal' para nuestro día a día, lo consigue, sobre todo gracias también a todas las ayudas a la conducción que incorpora y a todos los sistemas a los que Audi nos tiene acostumbrados.
Este Audi RS4 Avant Competition Plus nos enamoró, sería un coche que disfrutaríamos mucho a diario, ya sea para curvear en las montañas, ir a hacer la compra o para salir de viaje con la familia bien cargados de maletas. Eso sí, para ello tendríamos que adquirirlo por algo menos de 130.000 euros. Cada vez vemos menos este tipo de coches y es una pena. ¡Larga vida a los familiares deportivos!
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