El Mégane RS Ultime en la recta del Circuit Ricardo Tormo.
Renault Mégane RS Ultime: El final de una saga espectacular
RENAULT MÉGANE RS ULTIME ·
Tras más de 20 años de trayectoria con coches realmente emocionantes, despedimos a este compacto deportivo francés con su última edición de 300 CV limitada a 1.976 unidades
Teníamos muchas ganas de probar el Renault Mégane RS Ultime, y no por sus prestaciones, que también, sino porque es un modelo que deja de fabricarse. Hoy toca decir adiós a este modelo mítico de la marca francesa tras más de veinte años de trayectoria, y lo hacemos en su hábitat natural, en un circuito. Llega el momento de conocer un coche que ya es un objeto de coleccionista ya que todas sus unidades disponibles están vendidas, incluso esta de prueba que hemos conducido.
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Antes que nada, debemos explicar qué significa que sea la versión 'Ultime'. Como su nombre indica, es la última versión del Mégane RS y tan sólo se han fabricado 1.976 unidades, un número que no es casualidad: es el año en el que nació Renault Sport, la división deportiva de la marca. Concretamente, esta versión Ultime es la derivada de la variante Trophy, y tiene algunos detalles que le dan un carácter muy diferenciador, sobre todo en materia de diseño.
La palabra 'Ultime' está presente en diversas zonas de la carrocería, donde también podemos ver vinilos en color negro en forma de rombo. En esta versión tenemos unas llantas forjadas de 19 pulgadas y unas pinzas de freno Brembo en color rojo con discos de freno ventilados.
Trasera muy musculosa y agresiva, algo muy valorado en el segmento de los compactos deportivos.
Estamos ante un coche muy agresivo y de aspecto algo 'macarra', pero es algo que le va genial a este coche. Esta personalidad también se muestra muy bien en la trasera, donde tenemos un amplio difusor y, en la parte central, una doble salida de escape realmente llamativa. Además, su maletero es de 384 litros.
Un interior a la altura
Si por fuera veíamos deportividad... por dentro no se queda atrás. Es una maravilla. Desde que entramos por primera vez nos sentimos en una posición muy baja, como en los coches de carreras, y todo con unos asientos semi baquet en piel de alcántara de la marca Recaro que son preciosos. Pero esta deportividad no le quita un ápice de practicidad: disponemos de un cuadro de mandos digital de 10,2 pulgadas, una pantalla central vertical de 9,3 pulgadas y un sistema simple e intuitivo con todo lo necesario, incluidos los sistemas Android Auto y Apple CarPlay.
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Dos pantallas y muchos detalles en alcántara.
Lo que más nos gustó fue retocar los modos de conducción y los reglajes desde esta pantalla central, y es que este es el paraíso para todo friki del mundo del motor.
Los asientos traseros también son de piel de alcántara, y hay otros detalles muy interesantes, como un equipo de sonido premium de la marca Bose y una placa que pone el número de serie de este coche. Nuestra unidad era la 536 de 1.976, una placa firmada por Laurent Hurgon, un piloto de rally francés que fue el encargado de preparar la puesta a punto de este coche.
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Potente y agresivo
Bajo el capó tenemos al protagonista, un motor 1.8 turbo de cuatro cilindros que alcanza los 300 CV de potencia, el mismo motor que lleva el Alpine A110.
Los asientos te hacen sentir en un coche de carreras.
Está relacionado con un cambio de marchas automático de doble embrague, con seis velocidades, y acelera de cero a cien en 5,7 segundos. Además, tiene una velocidad máxima de 255 kilómetros por hora. Al final, como vemos es un coche hecho para estar mucho más cómodo en un circuito.
Al volante
Empezamos la conducción de este Mégane RS Ultime. Lo probamos tanto en ciudad como sacándole el máximo partido en curvas, y lo primero en lo que nos fijamos es que cualquier conductor puede tener cierta facilidad y seguridad a la hora de ir rápido con este coche. Esto se debe a que está muy bien regulado, y también a que la dirección es a las cuatro ruedas. La tracción es delantera, pero la dirección, cuando estamos haciendo una curva, las ruedas traseras también hacen su función de girar un poco para darnos más confianza y trazar mejor.
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También los frenos nos dan mucha seguridad, este Renault frena muy bien y cuando vamos muy rápido este es un punto crucial para poder tener confianza al volante.
Los rombos negros diferencian a esta versión Ultime.
Por otro lado, su aceleración es bastante lineal. Acelera de cero a cien en 5,7 segundos, pero cuando notamos realmente la fuerza de este motor es cuando vamos a revoluciones más altas, y eso es algo que también da facilidad a los conductores que no están tan acostumbrados a llevar modelos deportivos.
Si hablamos de agilidad del coche, hablamos de su chasis. En este caso, respecto al RS Trophy, este RS Ultime cuenta con un chasis algo más bajo y la suspensiones son más duras, por lo que tenemos ese aire todavía más deportivo.
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Otro de los puntos a tener en cuenta es el cambio de marchas. Tenemos tras el volante unas levas, pero no me terminaron de gustar del todo por su posición elevada, ya que son cómodas cuando llevamos el volante en recto, pero no tanto cuando giramos el volante en una curva y estamos haciendo una conducción realmente deportiva. Eso sí, los cambios son precisos.
Además, este coche cuenta con un diferencial torsen. ¿Y qué significa esto? Pues, cuando estamos yendo 'calientes' en un circuito, nos ayuda mucho. Este diferencial lo que hace es transmitir el mayor par motor a la rueda que tiene más agarre en cada momento con el objetivo de que la otra rueda no patine, y esto nos ayuda a que no tengamos alguna que otra situación comprometida.
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Por ir acabando con estas sensaciones de conducción, no podíamos dejar pasar la mención a su sonido. La música de este motor es preciosa, un sonido ronco que enamora a todo amante de los coches, sobre todo cuando reducimos y suelta los clásicos 'petardeos'.
Con este coche podemos tener una conducción relajada por ciudad o carretera, pero también una conducción agresiva. Este Renault nos ofrece los modos de conducción de ahorro, de confort, deportivo y el modo 'race', el más agresivo.
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Fue bonito mientras duró
Llegamos al final de esta aventura. Nos divertimos mucho con este coche, pero también nos dio mucha pena tener que decir adiós a un compacto deportivo de estas características. Como hemos dicho antes, todas las unidades están vendidas, y sólo podemos darle la enhorabuena al futuro dueño de este modelo porque lo va a disfrutar muchísimo.
Nos da mucha pena que las marcas dejen de apostar por deportivos de estas características. Al final, el mercado, por desgracia, nos está llevando hacia otro tipo de coches y otro tipo de público, pero... ¡cómo hemos disfrutado estas cuatro generaciones del Mégane RS!
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Ahora, es momento de despedirnos del Mégane RS, de decir adiós y... ¡hasta siempre!
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