Seat Arona: Así se hace todo un superventas

El Seat Arona salió al mercado en 2017 como el hermano pequeño del Ateca, que llegó hace poco a los concesionarios de nuestro país, y ambos se convirtieron en todo un éxito de ventas. Tanto es así que Seat se ha transformado, o casi, en una marca de SUVs, dejando menos protagonismo al Ibiza y al León para volcarse con el Arona, el Ateca y el Formentor, de su 'marca hermana' Cupra.

El Arona ha superado tantas expectativas que hay años en los que es el Seat más fabricado e incluso muchos meses es el líder de ventas en España. Pero, casi siete años después de su estreno, ¿qué tiene el Seat Arona para seguir estando entre los favoritos del público?

Pues... muchas cosas buenas. Entre lo bueno está el diseño general. Este modelo no es sino un Ibiza 'levantado', modelo con el que comparte interiores, algunos paneles de carrocería, piezas como los faros y toda la mecánica. También es el SUV más pequeño de todo el grupo Volkswagen, con casi toda la tecnología que podemos encontrar, por ejemplo, en un Audi Q2, o Volkswagen T-Roc: suspensiones, frenos, calidad de fabricación o la solidez que transmite en la carretera son 'marca de la casa' y a ello suma una gran facilidad de conducción.

Sólo mide 4,13 metros de longitud, pero es una medida que se convierte en un interior amplio y un maletero corto pero profundo –con 400 litros y doble fondo– en un coche con el que disfrutar del día a día.

La tecnología ha llegado al interior del Arona, pero no de manera arrolladora. De hecho, hacía mucho que no veíamos un coche con cambio manual y freno de mano con tirador, pero es lo que gusta al que compra un coche económico: sencillez, más aún si tenemos en cuenta que, cuando salió al mercado, el Arona se anunciaba, financiado, por 13.990 euros, ¡qué tiempos!

Ahora, para poder llevarnos un Arona, tenemos que firmar un cheque de unos 20.000 euros, algo más equipado que antes, eso sí, y este FR que hemos probado se va hasta casi los 25.000 euros con cambio de marchas manual y más de 27.500 con el cambio automático, ya que el cambio de tecnología le hace pagar algo más de impuesto… aún así es de los SUV más económicos del mercado, y además Seat tiene planes de financiación variados y bastante atractivos.

Pero volvamos a nuestro coche, porque esta versión FR equipa la misma mecánica que las versiones base. Un motor 1.0 turbo de 110 caballos que es una auténtica joya.

Corre muchísimo, tanto que a veces nos preguntamos si nos habrán dado en el parque de prensa el 1.5 de 150 CV, y es que el Arona es, como todos los Seat, un coche muy ligero, de apenas 1.200 kilogramos de peso, y eso hace que alcance una buena velocidad de 190 kilómetros por hora, aunque acelerando le falta un poquito de 'punch' ya que se queda en 10,2 segundos en el cero a cien. Recuperando velocidad, en cambio, nos parece mucho más veloz de lo que dicen las cifras y, en general, es un coche súper suave en su conducción tanto urbana como en carretera. Tiene tres cilindros y un litro de cilindrada, y aunque muchos dudan de la eficacia de estos motores, lo cierto es que ya son estándar en la industria y, particularmente en coches pequeños como este, son una delicia.

El confort, el espacio y la calidad son de primera, y cargarlo de equipamiento no es nada caro: detalles como el cuadro digital, asientos calefactables o climatizador apenas aumentan el coste, en cambio, hay otros equipamientos que no están disponibles, como el portón eléctrico trasero, el techo solar panorámico o el volante calefactable. Lo que no se entiende es que, dentro de las ayudas a la conducción, no tenga el aviso de coche en el ángulo muerto, un sistema que se eliminó con la 'crisis de los microchips' pero que debería volver cuanto antes a la gama.

El consumo homologado es de 5.2 litros cada cien kilómetros recorridos, pero rondaremos los seis en uso real, y, si vamos por ciudad, una pequeña mala noticia: este coche solo se vende con etiqueta C, una pena, porque el mismo motor en el Seat León se ofrece ya con versión micro-híbrida y etiqueta eco, lo que lo convertiría en el coche perfecto para nuestro mercado.

En todo caso, el Arona destaca no solo en ciudad, donde su pequeño tamaño hace que aparcarlo en casa, ir al super, al trabajo o al gimnasio sea muy, muy sencillo, sino también en carretera, donde tiene ese tacto de 'coche grande' que tienen los Seat.

La tecnología funciona muy bien, especialmente la pantalla con Apple CarPlay, la buena cámara de marcha atrás o las funciones de sincronización con el móvil a través de Seat Connect.

El precio, como hemos comentado, ya no es tan barato como antaño, pero si queremos un SUV con toda la tecnología del grupo Volkswagen, al mejor precio y con una buena reventa, es lógico pensar en el Seat Arona, un coche muy bueno, sencillo, con una excelente mecánica y un precio ajustado… todo lo que debe tener un superventas que, además, está fabricado en España, concretamente en Martorell.

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