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Aspecto de las obras del espacio Roig Arena. Jesús Signes

La nueva milla de oro del ocio en Valencia

El Roig Arena está llamado a liderar la transformación del Bulevar Sur en epicentro del entretenimiento junto con Rambleta, los cines El Saler y el futuro espacio Infinity

Laura Garcés

Valencia

Lunes, 7 de octubre 2024, 01:00

El Roig Arena, el futuro centro comercial y de ocio Infinity del barrio de Malilla, los cines del Centro Comercial El Saler y la ya ... arraigada Rambleta son los cuatro vértices sobre los que a lo largo del Bulevar Sur se va a extender la nueva milla de oro del ocio en Valencia. Será en la misma puerta de la capital. Es el signo de los nuevos tiempos. El ocio ligado a las actividades culturales más diversas, y en su sentido más extenso, enarbolará una bandera de futuro cultural muy cerca del Turia. La sociedad lo reclama y la oferta responde al gusto vigente, a la tendencia del siglo XXI.

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Es el resultado del crecimiento, de la expansión en el proceso que conduce al estreno de barrios. Y con ello, de renovadas sociedades dentro de la gran sociedad que son las urbes que se desarrollan en un tiempo trazando no sólo su fisonomía, también todo cuanto las llena de contenido concediéndoles personalidad. Proceso de continua transformación, sobreposición de capas en las calles al mismo ritmo que la vida –nueva vida–, las ocupa.

Valencia es buen ejemplo de cómo todo cambia para que la ciudad siga activa. Basta echar un vistazo a uno de los barrios recién alumbrados en la capital para comprender de qué va la historia.

Música, teatro, espectáculos audiovisuales, videojuegos y los eventos más diversos van a conceder estilo propio al Bulevar Sur, que dejará de ser sólo una vía de paso para convertirse en arteria principal de quienes invierten sus horas de entretenimiento en iniciativas de contenido cultural.

Recreación del futuro centro comercial y de ocio Infinnity. LP

En muy pocos años, algo más de una década, se han unido a los valencianos las ya emblemáticas torres blancas de viviendas Turianova que reciben y despiden a los visitantes por el acceso sur. La flamante propuesta inmobiliaria, nacida al calor de una previa transformación, la que impuso la llegada del Hospital La Fe a Malilla, es quizás el símbolo, el punto de referencia más visible –de momento– de esa nueva milla del ocio sobre la que algunos de sus protagonistas ya están asentados y otros se preparan para aterrizar.

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En tan flamante escenario urbano, el Roig Arena avanza imparable en la dirección de convertirse en el epicentro de los grandes eventos culturales. El futuro recinto impulsado por el empresario Juan Roig está llamado a liderar un movimiento que dotará a la ciudad del Turia de ese gran espacio del que carecía para ser capaz de ofrecer citas de la altura de las que el público busca en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid o en el Sant Jordi de Barcelona.

Hasta ahora el pabellón Fuente de San Luis, La Fonteta –en la órbita del Bulevar Sur–, hacía las veces como escenario de conciertos u otros eventos. Pero se quedaba pequeño para acoger a grandes figuras en una capital donde el negocio de la música en vivo genera un impacto anual próximo a los 1,5 millones de euros y atrae a 2,1 millones de personas, según los datos del Anuario 2024 que el pasado verano presentó la Federación Valenciana de Industrias Musicales (Fevim).

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Para el Roig Arena, propuesta nacida de la iniciativa privada que empezará a funcionar en el segundo semestre de 2025, ya suenan nombres que demuestran la dimensión de la escalada que iniciará Valencia sobre el Bulevar Sur como pista de despegue. Cuando todavía las obras del espacio no han finalizado, ya está abierta la venta de entradas para el concierto de Hans Zimmer. El gran pabellón, que podrá acoger a 20.000 personas, según adelantó este diario, negocia ya con productoras musicales de máximo nivel, como Live Nation. Y suenan Imagine Dragons y U2. Además, el Roig Arena ya forma parte de la European Arenas Association, nombramiento que lo ha convertido en miembro de la Asociación Europea de grandes recintos deportivos y culturales.

Muy cerca se levantará Infinity, centro comercial que contará con una amplia oferta gastronómica y de ocio de último grito, del que triunfa en estos momentos: diversión asociada a la tecnología. Dispondrá de zona friki', 'beach club', espacios de realidad virtual, zonas de 'scape room' y 'laser city'. También ofrecerá oportunidades a los 'gamers', sector de los videojuegos con gran presencia en la capital. Lo cuentan las cifras: sólo en la última convocatoria del Festival OWN, dedicado a los videojuegos, Feria Valencia acogió a más de dos mil participantes y sesenta mil visitas.

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Vista de la fachada del espacio cultural Rambleta. Paula Hernández

No es ese el único público al que se quiere dirigir la propuesta de entretenimiento. El centro Infinity tendrá también piscina con tecnología para la creación de la ola continua más grande de España, lo que posibilitará la práctica del surf todo el año. El futuro complejo, que en principio tenía previsto ponerse en marcha este año y que no pudo ser ante el freno que el Gobierno del Rialto puso a las licencias, se presentó en julio acompañado de cifras vertiginosas: ocupará 333.029 metros cuadrados. Habrá hotel, bloques de viviendas, espacios comerciales y todos los atractivos mencionados para el entretenimiento. Cuando el Roig Arena y el Infinity ocupen sus puestos a lo largo del Bulevar Sur se encontrarán con dos vecinos ya conocidos del barrio en el principio o en el final, según la dirección que se tome. Uno, La Rambleta. El otro, el Centro Comercial El Saler con sus diez salas de cine formando parte del circuito de los amantes de la gran pantalla, tanto los vecinos de Valencia como quienes buscan butaca llegados desde el área metropolitana de la ciudad.

Rambleta cierra el círculo de clásicos en medio de la vecindad a estrenar, más bien completa el recorrido por esa arteria vial que discurre a través de las avenidas Fernando Abril Martorell y Antonio Ferrandis, popularmente conocidas como el Bulevar Sur. Si El Saler aporta el encuentro con el séptimo arte, Rambleta suma teatro a la nueva milla de oro del ocio. Pero no sólo.

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Este espacio, desde que se inauguró en 2012, ha sido receptor de conciertos, certámenes y festivales de distinta índole, así como de actividades de formación artística que lo han convertido en imprescindible del universo de la actividad cultural de la ciudad.

Espacio comercial El Saler, que acoge diez salas de cine. Paula Hernández

Nuevo contenido para un trazado urbano que hace sólo once años, cuando lo conquistó la sanidad pública, junto a La Fe sólo se veía un bloque de viviendas. Todavía no había visto la luz la cadena de espacios que transformarán al que a lo largo de los años ha sido un barrio del extrarradio en punto de referencia del entretenimiento. Ahora, la oferta cultural se ensancha, va a superar las tradicionales fronteras del centro urbano de la capital acercándose al que ya está dibujado siguiendo la línea de playa.

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Los buenos accesos, el proyecto –habrá que esperar– de la línea 12 del tranvía a La Fe y cubrirá la comunicación en la zona, así como la amplia oferta de plazas de aparcamiento, 1.034 en el Roig Arena y 5.100 en el Infinity, completan la escenografía de la milla de oro del ocio que lleva y trae hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias uniendo el discurso de una ciudad que evoluciona. Es un discurso que siempre discurre paralelo al Turia –ya sea el viejo o el nuevo–, pero que cambia según el signo de los tiempos.

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