La volatilidad de la fe

Resulta que el partido del capataz, ¡nada menos que el PSOE!, no cualquier grupillo de chichinabo sino un pilar de la democracia, ha perdido la fe en la justicia. Buenos, todos salvo ese barón enfurruñado, manchego igual que tú, que amenaza y no da, molesto como los tábanos del rollo del Salobral, ¿recuerdas? Pues eso, que no creen, y mira que fueron devotos, de los de moneda al cepillo y misa diaria, en aquellos tiempos de sumarios sin secretos, revelaciones germinadas en plena precampaña, sería el calorcillo benefactor del Mediterráneo, y cacerías compartidas que ayudaron a desalojar al gallego. Entonces no existía el 'lawfare', y de aflorar el palabro habría pasado por un virus informático. Pero esto se ha torcido, fijo que por lo del dichoso cambio climático, y ahora la ventisca amenaza con arruinar la cosecha. Aunque nada es para siempre. «¿La Fiscalía de quién depende?», oyeron preguntar al patrón así como con retranca. Confiemos en él, que si no veía encaje constitucional a la amnistía y ya lo ha hallado, quizá entre las revueltas aguas del mar rojo sepa guiar a su pueblo al reencuentro con la esperanza.

En manos de un buen filósofo esto de la justicia daría para acuñar un principio, algo así como la volatilidad de la fe. Pergeñaría un enunciado pomposo y diría del fenómeno que además es transversal, dado que afecta por igual a diestra y siniestra. Baja la garrota, hombre, ya sé que siempre fuiste muy de derechas, pero no me negarás el requiebro, que venimos del «esto no es una trama del PP sino contra el PP», de las dudas y recusaciones, a defender la independencia y la honorabilidad. Aquí, en Bruselas y en el fin del mundo si fuera menester. La fe, su volatilidad... Ya te digo. ¿Hay filósofos de guardia?

Luego tienes a los indignados, menudo pico de oro: jueces prevaricadores, dictadura judicial, ingeniería jurídica, intereses espurios, el Tribunal de Orden Público del franquismo... Para estar así mejor dedicarse a la canción protesta, o meterse a humoristas, como el hijo del Gachupa, claro que lo conoces, pon la tele y verás qué bien le va. Mucha queja, pero me da a mí que acabarían todos más papistas que el Papa apenas alguien les hiciera una miajilla de caso. Si ya lo dijo Santiago Rusiñol, catalanísimo como Puigdemont. Cuando alguien pide justicia lo que busca es que le den la razón. Sí, abuelo, sé que una sociedad que no cree en sus tribunales está condenada, pero digo yo que como todos estos creen a ratos, aún hay solución. ¿Me preguntas a mí? Yo, lo que se dice creer..., ya no sé si creo en la justicia. Pero lo que tengo claro es que entre todos han perdido el juicio. Y puestos a que me moldeen la sesera como bola de arcilla, antes me quedo con Demi Moore y Patrick Swayze en 'Ghost'. Qué lagrimones, Chato.