¿Es usted valencianista? ¿Sí? ¿Cuántas veces ha mirado la clasificación de la liga desde el pasado lunes por la noche? Y después de hacerlo ¿ ... cuántas veces se ha dicho a sí mismo «es que no me lo puedo creer»? Pues le doy la razón. Es que es difícil de creer. El Valencia CF está en la Conference League y depende de sí mismo para jugar la Europa League la próxima temporada peleando contra presupuestos muy superiores. Real Sociedad, Betis o Villarreal tienen plantillas más caras y más largas. Y mientras esos clubes se reforzaron en enero para alcanzar sus objetivos europeos, el Valencia CF se debilitó con la salida gratis de Paulista y la posterior lesión de Diakhaby. Y ni por esas. El Valencia cada semana está mejor posicionado para volver a Europa pese a tener un dueño al que, no solo no le importa eso, sino que se encarga en boicotear al entrenador con sus decisiones económico-deportivas. Es de locos.
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El lunes por la noche comentábamos en la radio, tras la victoria ante Osasuna, las similitudes de este Valencia CF de Baraja con el de Rafa Benítez. Salvando las distancias en cuanto a calidad de la plantilla -que eso es indiscutible- ciertamente hay algunas cosas que parecen recordar a aquel equipo de leyenda. 12 porterías a cero en 31 partidos es un dato sencillamente brutal. Era la seña de identidad de Benítez. Como también lo era aguantar fuera de casa partidos malos, feos y sufridos para acabar llevándoselos; como el actual Valencia CF ha ganado los dos últimos en Granada y Pamplona. Ahí hay que hacer una importante acotación; el cómo. Con Benítez el equipo marcaba y se había terminado el partido. El rival iba a tener la pelota pero no las oportunidades. Este Valencia CF sufre como un bellaco y el Mamardashvili sujeta al equipo muchas veces. Es la diferencia de calidad de jugadores de la que les hablaba antes entre uno y otro equipo. Y una similitud más, pero en este caso entre entrenadores. Benítez hizo a Mista, Curro Torres, Rufete, Juan Sánchez y compañía internacionales y campeones. Ninguno obtuvo tanto éxito antes o después en otros lugares. Eso por no hablar de los sustitutos de esos titulares; los Garrido, Canobbio o Xisco, jugadores de perfil más bajo. La lista es amplia. Ninguno fue tan bueno individualmente como en el Valencia del doblete. Porque el grupo hacía mejor a cada uno de los jugadores. Benítez consiguió, además, que nadie notara la ausencia del titular cuando jugaba el suplente. Aunque el suplente fuera de menor nivel. Y así ganó dos ligas.
Como la diferencia de calidad individual es sideral, este Valencia CF no puede optar a los títulos. Pero Baraja está consiguiendo, a su nivel, algo parecido. En Pamplona Cenk y Mosquera sosteniendo al equipo atrás con Foulquier y Jesus Vázquez. Ni Paulista, ni Diakhaby, ni Gayá. Y no pasa nada. Los suplentes ejerciendo de titularísimos. Siendo mejores de lo que jamás hubiéramos sospechado. ¿Es o no es parecido? Cañizares es Mamardashvili, Mosquera hace de Ayala, Pepelu de Albelda y Hugo Duro es Mista; con la obvia diferencia de calidad, los actuales también juegan todo y sostienen la estructura. Con más mérito ahora, que Baraja no tiene Aimares, Vicentes, Kilys, Marchenas... que apuntalen la fiesta. No ganarán la liga ni llegarán a la Champions League porque Lim es un desahogado irresponsable que, en lugar de aportar calidad a esta nueva estructura, la destruirá como cada verano cuando acabe la liga. Pero estar hoy peleando la sexta plaza con esta plantilla tiene casi más mérito que pelear aquellas ligas al Madrid de los galácticos.
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