Santos Cerdán pidió a Soler que no presentase su candidatura para liderar el PSPV hasta después de la convención nacional del PSOE en A Coruña. Le excusa dada: el partido necesitaba paz. La realidad es que, ya puesto y en tierras gallegas, el secretario de ... Organización del PSOE quería conocer de primera mano cómo se hace el pulpo a feira. Y la clave es la blandura de la pieza. La técnica aprendida en tierras atlánticas fue empleada días después en Ferraz para preparar a los rivales de Morant.
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Mi suegro, que en gloria esté, hacía un pulpo que te caías de culo. Los socialistas han empleado esas técnicas milenarias que se ejecutan como un ritual. Soler y Bielsa fueron minuciosamente ablandados, cocidos y finalmente emplatados.
El pulpo, y así ocurrió con los rivales de Morant, recibe una gran somanta de palos con el fin de romperle los nervios. Los cefalópodos, igual que los socialistas valencianos una vez manifiestan su ansia de poder, son de carne dura. Hay que arrearles sin miramientos. Pero Santos Cerdán sabía que no se trata de atizarles sin más. Hay que machacar tentáculo por tentáculo con un mazo. En la isla de Ons, donde se atrapa artesanalmente, los estrellan contra las rocas. Hubo suerte, además, con el género de Soler y Bielsa, pues el pulpo más sabroso es macho por mayor tamaño y musculatura, y ser menos gelatinoso. Los delfines, antes de comérselos, también les dan para el pelo para no ahogarse al zampárselos, agónico destino que nadie quiere para Morant, la delfín de Sánchez y de Gandia toda. Ojo, que no olvide la ministra los casos de delfines asfixiados al tragarse un pulpo ya muerto, pues los nervios de los tentáculos pueden seguir correosos y taponar el sistema respiratorio y digestivo del depredador. En Ferraz también pudieron congelar a Soler y Bielsa, técnica más civilizada para quebrar nervios pulposos, pero no hay noticia de que en la sede del PSOE dispongan de cámara frigorífica.
Tras apalizarles, a los pulpos se les cuece. Antes se les 'asusta': se mete y se saca al animal de la olla de agua hirviendo tres o cuatro veces. Eso también se hizo. Durante la negociación, Pedro Sánchez se pasó por allí a saludar («¿esto lo vamos a arreglar, verdad?», le preguntó a Soler, como quien no quiere la cosa). El tiempo de cocción depende del peso de los bichos. Aunque Bielsa y Soler son delgados, si un pulpo que pesa dos quilos debe hervir en agua media hora, es normal que al par de precandidatos los tuvieran diez horas del pasado martes en el puchero de Santos Cerdán, que luego los rebanó al bies y, para emplatarlos, los salpicó de pimentón de la Vera, de un rojo socialista muy adecuado para la ocasión.
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