El equipo compite bien en Montilivi

Aparte de este detallito, me dio la sensación de estar viviendo un 'hasta que el Girona marque'. Pero David López se encargó de variar un guión que parecía muy predecible. Hasta ese gol, el de Hugo Duro, que aprovechó a la perfección el tremendo error del central del Girona, sucedió absolutamente lo mismo que ocurrió tras el tanto. Dominio total de los locales, repliegue intenso no, intensísimo de los nuestros, y a esperar una contra que te diese algo positivo. Llegó. Lo que es el fútbol, un equipo te domina noventa y cuatro minutos y en un par de salidas logras adelantarte en el marcador. Son estilos diferentes, no sé si el Valencia podría haber planteado un partido más de tú a tú. Verdaderamente, el equipo de Baraja defiende muy bien, y salvo errores puntuales e individuales, suele conceder escasísimas oportunidades de gol. Quizá por eso, y por la última derrota en Madrid, lo planteó de esta manera. Muchos jugadores por detrás de la pelota, prácticamente sin espacios, el Girona ni supo ni pudo adelantarse antes en el luminoso.

El Valencia compitió como casi siempre muy bien, hay que valorarlo. No permitió que el Girona gozase de ese tradicional arsenal de ocasiones que normalmente tiene. Dominó, pero no tuvo ni la claridad ni el acierto necesario para primero, crear oportunidades claras, y segundo, marcar el gol que le pusiese por delante. Incluso la ventaja en el marcador incrementó considerablemente la probabilidad de éxito del Valencia en el encuentro. Jugaron ante un rival que está disputando sus partidos ofreciendo un altísimo nivel, contra el que se hace muy complicado puntuar, muy difícil de derrotar, y que además se ve imbuido de esas dosis de fortuna o buena estrella que le permiten sacar adelante partidos que se le ponen cuesta arriba, como ayer fue el caso.

Una pena no sacar algo positivo. La ventaja en el marcador, y los pocos minutos que restaban por jugarse, nos hizo pensar que podía suceder. Los cambios, justificados por el cansancio de los futbolistas y la necesidad de meter algo más de energía sobre el campo, no acabaron de funcionar. El momento era difícil, con el equipo muy atrás a merced de los rojiblancos, e intentando desesperadamente evitar que ellos marcaran. Tanto llegaron ya, que al final acertaron, y lo hicieron por dos veces, lo que les dio la victoria, algo que tanto se les había complicado.

El próximo partido del Valencia en Liga será otra vez fuera de casa, en Getafe. Diferente enfrentamiento, diferente rival, otro modelo de juego, con Bordalás al mando, y de funcionamiento, El equipo deberá saber jugar el partido, y ese otro fútbol también. Porque al final hay que saber adaptarse a cada momento. Ante el Girona así ocurrió, prefirió renunciar a la posesión para estar bien resguardecido atrás, pero la bajada acusada del rendimiento en los últimos momentos fueron definitivos para irse de Montilivi sin ningún premio.