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No me sorprendió que Amallah entrase en el once inicial en el partido frente a la Real Sociedad. El centrocampista marroquí estaba haciendo las cosas bien, aprovechando los minutos que Baraja le estaba dando y demostrando que podía entrar desde el principio en cualquier momento. ... No significa que Almeida lo estuviera haciendo mal, pero tener que afrontar tres partidos en una semana es una circunstancia que permite conceder oportunidades varias a los que lo merecen y descansos oportunos a los que les vendrá bien, con toda seguridad.
Sí me sorprendió, en cambio, la suplencia de Cristian Mosquera. No estuvo del todo bien en Almería, pero si la decisión fue exclusivamente técnica, no demuestra justicia hacia el chaval. Cuántas veces fallan jugadores más veteranos y se mantienen, semana tras semana, en el once inicial. Creo que todos fallamos o tenemos peores partidos, pero no siempre reaccionamos igual decidiendo titularidades o suplencias de nuestros futbolistas. El chico debió seguir siendo titular, al menos ayer frente a la Real Sociedad. Y si acaso ya en el próximo, lo dejas fuera para alinear a otro que también necesita verse involucrado, verse en una dinámica continuista.
Enfrente, una Real sociedad sin Zubeldia, Le Normand, Zubimendi, Brais, Barrenechea y Kubo. Jugadores estos titulares indiscutibles ahora mismo en el cuadro donostiarra lo que muestra, claramente, lo que influyen las competiciones europeas en las ligas domésticas. El Valencia ha tenido la fortuna de enfrentarse a equipos que tenían compromisos europeos decisivos a muy corto plazo, Sevilla, Osasuna, Atlético de Madrid y Real sociedad. Y eso permite afrontar estos partidos contra rivales mermados en su capacidad. Y se aprovechó contra Sevilla y Atlético, faltaba saber si se sacaría rendimiento de igual manera contra la Real.
Y todo ello se notó. Primera parte equilibrada, la Real Sociedad mantuvo lógicamente su propuesta, su estilo, su modelo, pero no llegó a alcanzar ni la décima parte de la excelencia en el juego que suele conseguir. Más posesión, no mucha más, pero sin profundidad, costándole progresar. Buena presión valencianista, recuperación y correr, como así lo suele hacer el equipo. Hubo una ocasión para ellos, otra para nosotros, el cabezazo de Amallah. Y llegó el primero de los visitantes, Carlos Fernández se aleja de Cenk buscando la espalda de Diakhaby, el turco no le avisa, el cuatro llega tarde y fácil para el de la Real, reverso y disparo. Sin prácticamente hacer nada, ni acercarse a su nivel, los donostiarras se fueron con ventaja al descanso. Cuando mejor lo llevaba el equipo, ellos se adelantaron en el marcador.
Pero es que antes del intermedio aún llegaron las dos cartulinas casi de forma consecutiva a Amallah, que dejaban al Valencia con uno menos y complicaban mucho la posible remontada de cara a la segunda parte.
Y, bajo mi punto de vista, debemos valorar muy positivamente, a pesar del resultado, el esfuerzo y la ambición mostrada por los jugadores valencianistas que, con uno menos sobre el terreno de juego, presionaron, robaron, e hicieron que no pareciera que jugaban en inferioridad. No concedieron oportunidades, y aunque no alcanzaron el gol, yo personalmente tuve la sensación de que el partido, incomprensiblemente, no se lo llevaba la Real Sociedad. Los visitantes jugaron andando, sin velocidad ni ritmo, perdieron muchísimos balones y se complicaron inútilmente el partido. Bien, a pesar de la derrota, y si yo fuese Imanol, de una durísima y constructiva crítica no se libraban.
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