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En mala hora le estalló el escándalo de la cátedra de Begoña Gómez al rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). El por lo demás catedrático de Veterinaria Joaquín Goyache había tomado una medida que no sólo le habría hecho acreedor al Premio Nacional ... de Educación: le habría granjeado el reconocimiento de la comunidad educativa independiente. No en vano había adoptado una decisión sin precedentes en España. Había instado a los 26 decanos del campus a reducir un 30% del gasto. Y ahora no va a poder mantenerse en sus trece porque el decano que no le pedirá la dimisión con cualquier excusa, como ha hecho ya el de la Facultad de CCF.II., por, «entre otros despropósitos», afirmó, «el daño reputacional» que su decisión ha ocasionado a la Universidad, se hará en longuis. A lo que hay que añadir que el PP, que le apoyó pensando erróneamente que la alternativa electoral que concurrió a las elecciones a rector era podemista, se lo retiró en cuanto trascendió la noticia del fichaje de Gómez y le ha citado para que comparezca ante una comisión de la Asamblea regional. La razón está del lado de Goyache en el caso del déficit. La UAM, la mayor de España, figura entre las peor financiadas, pero eso es óbice para que sus gastos estén descompensados y necesite administrar morigeradamente sus ingresos, como tantas otras. Destina cerca del 80% de su presupuesto a personal, un 15% a mantenimiento y el resto -un 5% mal contado- a congresos, becas, ¡investigación!, etc. Y sólo para atender los crecientes complementos salariales por antigüedad precisa 50 millones anuales. Pero con la oposición externa atizándole vicariamente por aumentar los ingresos atípicos de la UAM y la interna porque no quiere privarse de nada, no podrá salirse con la suya y será una pena. No se producirá el ansiado efecto contagio y nos quedaremos con las ganas de saber si alguno de sus cinco colegas valencianos le imitaría y pondría un poco de orden en su predio. Que buena falta hace en unos claustros donde los éxitos académicos se miden en metros cuadros de superficie construida y se cuentan en número de docentes contratados. Me gustaría equivocarme. Pero mal lo veo. La rectora de la Universitat Jaume I y presidenta de la CRUE Eva Alcón no es que evitó referirse a la noticia universitaria del siglo en la entrevista que le concedió a Mediterráneo. Es que anunció que el próximo año inaugurará dos nuevos edificios. Actividad urbanística en la que se encuentran inmersos todos los rectores valencianos. Desde el de la UPV, que está derribando un inmueble para levantar otro más alto, al de Elche. Como si así conjuraran la amenaza de la privada y elevaran su escaso reconocimiento internacional.
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