Garantizar la movilidad

La reapertura del by-pass (la autovía de circunvalación de Valencia) y el restablecimiento del servicio en las líneas C-1, C-2 y C-3 de Renfe, mediante una combinación de tren y autobús, representa un respiro para las tensionadas comunicaciones terrestres en la ... provincia, duramente castigadas por la DANA del 29 de octubre. La Administración central, tan cicatera en los momentos clave de la tragedia, está actuando con celeridad y eficacia en la restauración de carreteras y ferrocarriles dañados por la riada. Y aunque sea de manera provisional, por cuanto las obras definitivas llevarán mucho más tiempo, la intervención ofrece soluciones que garantizan el paso de vehículos y el tránsito de viajeros. Queda mucho por hacer, tanto en la red viaria como en la ferroviaria. Y sobre todo, falta por volver a poner en marcha las líneas de metro, pieza clave en la movilidad del área metropolitana. Además, su ausencia, debido a la inundación del centro de mando y a los tramos que se vieron directamente afectados por el desbordamiento del barranco, repercute negativamente en la EMT, que estos días se ve saturada y con evidentes dificultades para poder transportar a todos los ciudadanos que tratan de utilizar los autobuses urbanos. Todo ello cuando la mayor parte de las universidades han suspendido las clases presenciales y han apostado por la enseñanza 'on line'. Lo cual quiere decir que cuando se produzca la reincorporación de los estudiantes a las aulas, las necesidades de plazas de transporte público se dispararán. Para recuperar poco a poco la normalidad tras el mayor desastre natural del siglo, Valencia precisa de sus comunicaciones. Para las personas y para las empresas. Sin descuidar nunca los aspectos humanitarios de la tragedia, que son los prioritarios, no se debe desatender ni perder un minuto en las obras que permitan que vehículos y trenes vuelvan a circular por sus vías, que los trabajadores puedan llegar a sus empleos, que las familias se reúnan y que la vida, a pesar de todo, fluya como siempre. Los nuevos episodios de DANA obligan a extremar las precauciones y a restringir los movimientos en las localidades amenazadas. A la espera de que la naturaleza dé un respiro -que tendrá un efecto no sólo ambiental sino también psicológico-, es una buena noticia que se vayan reabriendo carreteras y ferrocarriles que las terribles lluvias destrozaron en el peor día de la historia de Valencia.