Falacia abyecta

Sánchez, débil. División en el Consejo de Ministros. La extrema izquierda yolandista quiere marcar territorio. Prueba reciente es el caso patético protagonizado por el ministro ... de Cultura. Que decidió por su cuenta no ir a la reapertura de un símbolo de Europa. La catedral de Notre Dame. Porque tenía comprometido asistir a una función de circo. Sin importarle lo más mínimo que rechazar la invitación francesa suponía hacer el payaso en perjuicio de España. Porque en París había que estar. Como lo hicieron medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno. Constatada la metedura de pata cometida han tratado de colgarle al Rey el muerto de esa ausencia y -de paso- insistir en su afán de desgastar a la Corona. Que es pauta de acción sistemática en Sánchez y sus secuaces. Lo mismo que intentaron el día que el presidente salió pitando de Paiporta. Así que el sanchismo anda de bronca con sus socios. Estos también a la greña. Podemos contra Sumar. Esquerra contra Junts. El PNV a su bola. Y Bildu en plan mosquita muerta. Salsa de todos los guisos. Viéndolas venir. Sacando tajada. Como la infame reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana. Abrió la semana Puigdemont reclamando que Sánchez se someta a la cuestión de confianza. El delincuente prófugo afirma que de él ya no se fía. Su vocera en el Congreso remató la faena durante la sesión de control con palabras muy finas. Espetándole a Sánchez que «mueva el culo» deprisa o no contará con sus votos para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Si es que al final el Gobierno los presenta. Aunque el ministro Torres -otro de los personajes señalados por Aldama- ya había salido antes a la palestra replicando que Sánchez no necesita presentar la cuestión de confianza porque cuenta con el respaldo de la inmensa mayoría de la sociedad española. Cuando -sin embargo- la realidad demuestra que al autócrata le es imposible pisar la calle. Motivo que le llevó a no estar presente en el funeral por las víctimas de la riada. Para eludir su asistencia se montó la coartada de un acto a medida anunciando que el año próximo el Gobierno organizará por toda España más de cien actividades diversas conmemorativas del medio siglo de la muerte de Franco. El recurso de costumbre que el autócrata emplea cada vez que se le enturbia el panorama. Además, otra nueva patraña. Sánchez afirma que es víctima de una maniobra persecutoria. Urdida por ciertos jueces de acuerdo con la derecha. Falacia abyecta con la que busca deslegitimar las investigaciones en curso. Relativas a esa corrupción que le cerca. Mujer, hermano, Gobierno y partido. Huele mucho a podrido en Moncloa.