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Ha empezado el recital catártico de Aldama. Dice tener pruebas. Artillería gruesa. Sánchez contra las cuerdas. Este es un Gobierno corrupto que miente a destajo. ... Un hecho indiscutible. Acreditado. También en relación con la tragedia que ha asolado Valencia. Miente para esconder su inacción criminal. Que lo es porque Sánchez tenía que haber asumido el mando único de todas las operaciones de auxilio. Desde el propio 29 de Octubre. De conformidad con lo dispuesto en el ordenamiento jurídico vigente. A tenor de la magnitud de los daños producidos. Para poder movilizar todos los recursos del Estado. Solo el Gobierno de la Nación dispone de capacidad legal para ello. Un deber taxativo. Nitido. Así que no era esta una cuestión opcional. Ni dependía tampoco de la petición previa de la Comunidad Autónoma. Sin embargo el Gobierno no lo hizo de forma premeditada. Adrede. En función de un cálculo vomitivo de interés partidista. Miserable. Además, el Gobierno miente cuando afirma que desplegó desde el primer instante un amplio contingente militar sobre el terreno. Falso. Lo hizo con cuentagotas. Tras afirmar la Ministra de Defensa que «el Ejército no está para todo». Por eso durante los días siguientes a la catástrofe en muchos municipios anegados no se vio un solo soldado. Diga lo que diga ahora el Gobierno y sus voceros. Políticos y mediáticos. Igual que la desidia insultante del Ministro del Interior. Inaudita. Y es que Marlaska tardó casi una semana en enviar los refuerzos de Policía y Guardia Civil que eran precisos. Mientras domicilios y comercios eran objeto de pillaje y saqueo. Miente también el Gobierno al mantener que la actuación de la Confederación Hidrográfica del Júcar fue diligente. Cuando la realidad es que no fue capaz de estimar cuanto se estaba gestando en el Barranco del Poyo. Atenta solo al colapso posible de la presa de Forata. Aliviándola sin avisar antes a los municipios situados entre ella y el mar. A los que cogió por sorpresa el volumen y fuerza del caudal desembalsado. En definitiva,un cúmulo de mentiras infames. Reiteradas de nuevo el pasado miércoles. Con ocasión de la comparecencia de Teresa Ribera en el Congreso. Veintidós días después de la catástrofe. Desaparecida de escena en todo este tiempo. Una conducta indigna e irresponsable. Por último, la gran mentira. El Decreto de Ayudas. Respaldado por todos los Grupos Parlamentarios. Excepto Vox. Para no ser cómplices de la estafa. Un decreto insuficiente y cosmético. Rácano en ayudas directas. Esas que hacen falta para empezar el largo camino de vuelta a la normalidad. Por ejemplo, exenciones de impuestos. Así que suma y sigue. Sánchez pretende engañar a quienes lo han perdido todo. Una inmensa vileza moral. Repugnante.
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