Ayudas insuficientes

El Estado debería asumir a fondo perdido la mayor parte de los perjuicios causados a centenares, si no miles, de familias, que se han visto en la calle, teniendo en cuenta, eso sí, las posibilidades económicas de cada caso. Muchos no podrán adquirir una vivienda con una ayuda ínfima respecto a su coste, menos como préstamos. También para los vehículos cuando sean imprescindibles para el usuario.

La hecatombe valenciana requiere medidas más especiales que las anunciadas. Líbrense partidas de capítulos menos urgentes. Los 1.100 millones de Ucrania, 51 millones para Marruecos, incluso la Defensa, o decenas de subvenciones inútiles a chiringuitos.

La realidad no va por ese camino. Lo ofrecido por Moncloa es mucho menos de lo que solicita el Gobierno valenciano según su vicepresidenta, a Susana Camarero. De los 30.000 millones computados por el Consell, la repuesta fue de 10.000 millones con una ampliación posterior hasta los 14.000. Cantidad que no llegará como subvenciones a fondo perdido.

Lamentablemente, tengo una mala impresión. Pedro Sánchez ha decido preterir las necesidades valencianas. Carlos Mazón debe batallar, estoy seguro que lo hará, para cambiar ese rumbo y obligarle a solucionar la tragedia de las familias. Aunque los hechos, es verdad, evidencian todo lo contrario. Sánchez no le ayudará a sacar estas castañas del fuego. Al revés, intentará ahogar las ya maltratadas finanzas autonómicas con una deuda de 57.000 millones de euros.

Pedro Sánchez tiene decidido aprovechar el acoso a Carlos Mazón para desgastar de paso a Núñez Feijóo. La caída de la Comunidad Valenciana se convierte en prioridad. Para muestra, no será la última, la manifestación del pasado sábado, perfectamente organizada por los especialistas de la izquierda en materia callejera, en la que participaron además de los damnificados, miles de foráneos subvencionados por organizaciones procatalanistas como Acció Cultural.

Los escraches y las concentraciones serán una anáfora por parte de la izquierda como con el Prestige, 11-M, Francisco Camps o Rita Barberá, por citar algunos ejemplos. De esta forma mantendrán el asedio en las portadas de los periódicos, radio y televisión con intereses electorales en el horizonte. Así es la vida.