¿Para cuándo la Navidad?

Mi reacción fue continuar la broma, ¿será una fecha para toda España o cada Comunidad Autónoma tendrá libertad para decidirla?, ¿el 12 de octubre, festividad de la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad?, ¿sólo para Aragón aprovechando esa profundización en el federalismo referida por la vicepresidenta María Jesús Montero? Entonces ¿el 9 de octubre, día de la Comunidad Valenciana? ¿El 11 o el 24 de septiembre, la Díada o Virgen de la Merced para Cataluña?, y así sucesivamente.

En principio, no le tomé en serio. Pero él siguió insistiendo enunciando «manejo de su partido con mano de hierro, carecer de pudor para mentir a los electores en asuntos de gran calado, acuerdos con cualquiera que le facilite seguir en la Moncloa aun a costa de traicionar la Constitución, control del poder judicial a través de un Tribunal Constitucional a su medida, además de la Fiscalía General y todas las instituciones, empresas y organizaciones públicas, inmersión en las empresas estratégicas -Telefónica, Indra...- e intención de eliminar los medios de comunicación críticos con el ahogo económico».

La verdad es que jamás un presidente se había conducido como Pedro Sánchez desde la instauración de la democracia. Convendremos, además, que sus pasos conducen al imperio del Estado, propician la sociedad subvencionada fácil de controlar, le importa una higa la deuda pública, él y sus ministros carecen de vergüenza para contradecirse según el día... Si es verdad aquel mensaje de Jesucristo para distinguir a los falsos de los verdaderos profetas en el sermón de la montaña «por sus obras los conoceréis», Sánchez aparenta conducirnos más hacia un Estado de claros tintes comunistas que a una democracia moderna y desarrollada. Es duro y preocupante, pero es lo que pensamos cada vez mayor número de españoles. A este paso, viene a cuento la viñeta del humorista Ricardo «ya he colocado a los míos en RTVE, Fiscalía General, EFE, Constitucional... Sólo me queda poner a alguien en la presidencia del Real Madrid». Tiéntate los machos, Florentino. ¡Cómo se lo pida ERC o Puigdemont! Así es la vida.