Incertidumbre. Cada vez que se celebra el pleno del Consell de los martes imagino a Joan Calabuig y Julián López, presidentes de las autoridades portuarias de Valencia y Alicante, respectivamente, en plan el actor Rowan Atkinson en su personaje de Mr. Bean sentado (y ... luego tumbado) en una carretera esperando un coche que nunca aparece. Mira el reloj, mordisquea una florecilla, mira el reloj... y así pasa el tiempo. Dos meses han transcurrido desde que Carlos Mazón tomara posesión como presidente de la Generalitat (se cumplen precisamente este domingo) y 112 días desde que se celebraran las elecciones autonómicas y municipales. Tiempo más que suficiente para hacer nombramientos y mover piezas, por lo menos en aquellos cargos de mayor importancia o en aquellas instituciones que tienen un papel clave en la Comunitat. Y los puertos lo son, como recordó el Propeller el pasado julio al presentar las grandes cifras actualizadas de la infraestructura de Valencia: 3.216 millones de impacto económico, que se traduce en el 3,07% del PIB de la Comunitat, y 50.000 empleos. Sin embargo, ahí siguen tanto Calabuig como López, esperando un relevo que no llega y tomando las decisiones justas (léase las relacionadas con lo necesario para el día a día de la infraestructura). Un mes de espera se entiende. Dos ya son sinónimo de incertidumbre: ¿no acabamos de decidirnos por un perfil? ¿Nadie quiere aceptar el cargo? ¿Esperamos a que se despeje el horizonte del debate de investidura del 26 y 27 de este mes por si el elegido entra en una lista de ministros? Preguntas en Valencia y Alicante porque Castellón tiene respuesta y cuenta con nuevo presidente (Rubén Ibáñez) desde agosto. Es más, hasta ha renovado a los miembros de su consejo de administración, con incorporaciones de peso como Salomé Pradas (consellera de Infraestructuras) o Marta Barrachina (presidenta de la Diputación de Castellón).
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Vacantes. Algo que tampoco ha sucedido en los puertos de Valencia y Alicante. Este último aún arrastra dos vacantes y en Valencia siguen figurando en el organigrama nombres como los de Joan Ribó (dado que María José Catalá tampoco ha podido tomar de forma oficial su sillón en el consejo), Iván Castañón o Inmaculada Rodrígez-Piñero, por mencionar puestos que dependen de la Generalitat. Incluso el de Salvador Navarro (CEV), que entró por la parte autonómica pues su puesto por la cuota empresarial se lo cedió a Vicente Boluda. Todos a la espera de un movimiento desde el Palau.
Prórroga. Y los puertos de Valencia y Alicante no son los únicos a la espera de relevo. Sucede lo mismo con el aeropuerto de Castellón, la Agencia Valencia de Seguridad Ferroviaria o la Sociedad Valenciana de ITV por citar algunos ejemplos. ¿Habrá respuestas este martes?
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