Diana Morant en Isla Decepción

Morant ha visitado la base Juan Carlos I y también la Gabriel de Castilla, cerca de la cual se ha visto navegar juntos a los buques oceanográficos españoles 'Hespérides', 'Sarmiento de Gamboa' y 'Odón de Buen'. La ministra ha calificado la imagen de «histórica». La Gabriel de Castilla se encuentra situada en Isla Decepción. «Somos unos guionistas únicos», admite uno de los referentes del socialismo valenciano.

Mientras Morant inspecciona las bases españolas en la Antártida, los congresos provinciales del PSPV siguen adelante. En el caso de Valencia, además, con el choque cantado entre el oficialista Robert Raga y el actual líder provincial, Carlos Fernández Bielsa. Que después de lo ocurrido el 29 de octubre sea el socialismo valenciano el primero que se ponga a discutir sobre su liderazgo dice mucho de ese partido. Y poco de la inteligencia de su establishment.

Tanto Raga como Bielsa tienen algo de candidatos 'del aparato'. El alcalde de Ribarroja cuenta con el apoyo de la dirección que encabeza Morant, mientras que el primer edil de Mislata tiene el de su propia organización provincial. La ministra valenciana se arriesga a una derrota orgánica, por más que algunas crónicas vaticinan que Raga tiene más margen para crecer en la campaña interna que se abrirá desde el próximo lunes que el portavoz de los socialistas en la corporación provincial.

Si gana el candidato de Morant, se verán reforzados todos aquellos referentes del partido que con mayor o menor claridad están mostrándole su apoyo. Los alcaldes de Cullera, Jordi Mayor, Gandia, José Manuel Prieto o Xátiva, Roger Cerdà; el portavoz de los socialistas en Les Corts José Muñoz, y con él Borja Sanjuan y Sandra Gómez. También los primeros ediles de Aldaia, Quart o Tavernes. Si se impone Bielsa, además del propio líder provincial, saldrán victoriosos sus principales apoyos , como las alcaldesas de la dana (Paiporta, Catarroja y Benetússer) o los de Sagunto, Dario Moreno: Almussafes, Toni González; o Burjassot, Rafa García.

Ni que decir tiene que, a sensu contrario, la derrota de cualquiera de los dos aspirantes supondrá también la de esos entornos. ¿Había necesidad de que algunos de los alcaldes más importantes del PSPV en la provincia de Valencia se vean arrastrados por una derrota interna? ¿Ha faltado liderazgo para hacer ver que el momento político trascendía del debate orgánico? ¿Se puede ver algo así a 14.000 kilómetros de distancia?

Morant se ha ido tan lejos como ha podido cuando su ministerio, tan aparentemente light, va sumando incendio tras incendio, con polémicas tan escasamente aclaradas como la del CNIO. Cuando la parte socialista del Gobierno se enfrenta con Sumar por la subida del SMI y su cotización en el IRPF. Cuando el Fiscal General del Estado pasa sus momentos complicados antes de, previsiblemente, ser obligado en algún momento a dejar el cargo. Isla Decepción podría ser un nombre al azar, pero se trata precisamente de una de las que forma parte del Archipiélago de las islas Shetland del Sur.

La visita a la Antártida ha dejado imágenes imborrables, como la de la ministra valenciana equipada convenientemente a su llegada a la base española. Y eso que a buen seguro la ministra reconfortará a los científicos españoles, que de esa manera sentirán el aliento del Gobierno de Sánchez a su labor, a tantos kilómetros de sus hogares. Reducir la expedición del ministerio de Ciencia a poco menos que un viaje exótico resultaría injusto.

Pero aún así, hay algunos incendios que resulta conveniente no soslayar. Los discursos sobre la reconstrucción, la reparación a los familiares de las víctimas, la incansable labor del Gobierno central 'volcado' en el socorro de los valencianos afectados se construyen mejor desde el terreno que desde otro continente. La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, lo tiene razonablemente claro. Luego algunos dicen que son los medios de comunicación los que generan debate sobre si el candidato a tal o cual responsabilidad debe ser A o B. «Elegir a los mejores», dijo Sánchez en el congreso del PSPV. Pues ya estaríamos.

El relato de lo ocurrido el 29 de octubre, con el vendaval de culpas sobre Carlos Mazón, se tambalea gracias a los silencios de la CHJ. Miguel Polo convertido en arma del PP contra el Gobierno en el Congreso y el Senado y los audios sobre el apagón informativo de dos horas y media, tampoco han merecido demasiada atención. Morant está en la Antártida, incluso en el continente que recibe ese nombre. Ya se sabía que compatibilizar liderazgo orgánico y cargo en el Ejecutivo central resultaría complicado. Que se lo digan a María Jesús Montero. El problema es no estar nunca. O estar y que no lo parezca. Hay frentes, debates, situaciones o la renovación pendiente de los órganos estatutarios, que requieren de decisiones en primera persona de los líderes de una organización. «Persona que dirige o conduce un partido político, un grupo social u otra colectividad», lo define la RAE. No dice nada de la Antártida, ni de Isla Decepción.