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La semana comenzaba con el acuerdo entre Baraja y 'no sé muy bien quién' para renovar con el VCF. Porque una negociación sin Lay Hoon - ... que es la única que manda en Valencia- hay que ponerla siempre en cuarentena. Y no por poner en cuarentena la continuidad del Pipo -que todos querían- sino las condiciones profesionales de esa renovación. Baraja quiere cierta capacidad de influencia en la plantilla deportiva que va a entrenar; capacidad para sacar jugadores e influencia en las entradas. Lo primero depende del dinero que tengas para rescindir contratos y lo segundo la capacitación del club para presionar y negociar con clubes y jugadores afectados. Lo primero -el dinero- no existe en el VCF de Lim. Y la estructura de club para este mercado la encabeza MA Corona, el señor que dijo que no hacía falta fichar a nadie en enero y o que -ahora que es actualidad- vio salir a Kangin gratis al Mallorca con su eterna sonrisa. La sonrisa del superviviente. Y aquí sigue. El director de fútbol del casi descenso no ha sido cesado de forma fulminante. Pregúntense por qué. De momento ya sabemos que por méritos deportivos no es.
Y luego está el futuro de Baraja el día después de firmar su renovación. El proceso de descomposición siempre comienza así con Lim. Firma un entrenador que llega con ilusión por entrenar a este club centenario. Peter le da cierta vidilla en el inicio de mercado veraniego para que parezca que esto está cambiando. Pero llegan las ventas de los buenos y no se compran sustitutos (perdón, si es de Mendes igual sí se compra). Sino, tu prima; cesiones y poco más. Cuando llega el uno de septiembre la plantilla es peor que a 1 de junio y sin cumplirse las expectativas prometidas al técnico. El entrenador de turno se empieza a mosquear y, por supuesto, los resultados deportivos no van bien porque, una plantilla mediocre y sin inversión, solo puede terminar del diez para abajo. Llega enero y, o bien el entrenador ha sido ya despedido porque el equipo va a la deriva, o el entrenador desesperado pide refuerzos urgentes para no entrar en peligro serio de descenso. Acaba el mercado de enero y, o ha llegado un Cutrone de la vida o no ha llegado nadie. El técnico explota internamente y, dependiendo del carácter, lo hace público harto de tanta mentira. Termina otra temporada insostenible, el entrenador deja su puesto -en el mejor de los escenarios en junio y 13º- y vuelta a empezar con Corona siguiendo como si nada. ¿Lo he resumido bien? Espero no haberme dejado nada.
Y ahora la gran cuestión; ¿se va a repetir el escenario como siempre? ¿es posible creer en un cambio estructural con los mismos personajes del año anterior y Lim desde Singapur? ¿el Pipo cree -como todos los anteriores- que con él será diferente? ¿Baraja renueva aceptando la realidad ya constatada de Meriton aquí? (imposible aceptar otra). Y lo más importante, ¿podemos pensar que todo va a cambiar? ¿que algo va a cambiar? Ojalá pudiéramos hacerlo. Siendo optimista lo dudo mucho. Siendo realista no me creo nada. El tiempo, como siempre, responderá sin debate.
De momento Meriton ya tiene a Rubén Baraja atado pensando que le va a servir para vender ilusión en la campaña de abonos de la próxima temporada. Como si el problema fuera ese. Y, por cierto, hablando de cambios y pases; el Valencia CF ha estado a punto de bajar a segunda. ¿Han bajado los precios de uno de los abonos más caros de primera división? ¿no? ¿en serio? Empezamos bien; sin novedad.
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