En conclusión, el problema de España es que el PP no comparte los postulados del PSOE. Eso es lo que parece extraerse de los mensajes ... que utiliza el departamento de propaganda del gobierno para vender cualquier cosa y, en especial, el 'decreto ómnibus', en debate desde que fuera rechazado por el Congreso. Cualquier asunto de actualidad política -y no política- deriva en una crítica al PP. Da igual cuando leas esto y de qué tema se trate. Al final, el PP va a tener la culpa de lo que sea.
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En el caso del decreto podían haberlo aprobado -si tan importante era para la ciudadanía- desde el primer minuto en que Núñez Feijóo se brindó a darle sus votos reduciéndolo exclusivamente a medidas sociales. No era ése el objetivo por mucho que el PSOE haya querido vender su rechazo como ejemplo de la insensibilidad social de la oposición. Como dijo Miriam Nogueras, era un juego de trilerismo. Lo divertido, ahora, es que el apoyo de Junts la convierte en trilera a ella también.
En el fondo, el decreto era una estrategia más para incidir en el principal mensaje de Sánchez: después de mí, el abismo. Es un truco similar al de su 'permiso laboral' como primer ministro durante cinco días. Vais a notar que, sin mí, no sois nada. Plantear las divergencias de los populares como un problema no dice nada bueno de las convicciones demócratas de Sánchez. Que el PP difiera del PSOE solo habla de pluralidad, de diversidad y de la complejidad propia de una sociedad libre y avanzada, aunque al gobierno le siente mal. Una cosa es defender lo que uno cree y otra, defender que solo lo que uno cree es aceptable. Eso es lo que hace Pedro Sánchez y por eso su condición de demócrata es muy criticable. Así se entiende el trilerismo del 'decreto ómnibus'. Pudiendo aprobarlo por partes el primer día, tal y como le ofreció el PP, intentó imponerlo sin diálogo pero con tratos, aunque al final lo paguemos todos tras sus acuerdos a corazón abierto con los 'sacamantecas'. Además, algunos objetivos del decreto nada tenían que ver con una política social responsable: con él, Sánchez quería evidenciar que aún tiene una mayoría que impide la alternancia en el poder; pero también, en un truco repetido, es un juego de manos para dejar en mal lugar al PP, obligándole a aceptar cosas inaceptables bajo la amenaza de revelar a todos que son unos egoístas. El mensaje final es que solo hay una opción de gobierno en España y es él. Y, por lo que parece, ése va a ser el 'leit motiv' de la precampaña que dimos ayer por inaugurada: El PSOE se resume en la foto de Sánchez.
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