Secciones
Servicios
Destacamos
Que la apertura de unas diligencias -que no es más que averiguar si hay causa o no- lleve al presidente del país a una crisis ... como esta, no se sostiene por ningún sitio. La desmesura y la exagerada respuesta epistolar dada por Sánchez sería igual de preocupante en cualquier democracia del mundo, por el hecho en sí y por lo que esconde. Hacer públicos sus quebrantos y concederse tiempo para reflexionar (que ya tiene lo suyo) solo puede verse como un órdago más propio de dictaduras populistas capaces de convertir la situación emocional y familiar del líder en un asunto de Estado. Este nivel de egocentrismo de telenovela resulta inadmisible en democracia.
Primero porque el gesto ofende a la inteligencia con ese «se nos olvida que tras los políticos hay personas». Como si los ciudadanos estuviéramos negando a cualquier servidor público esa condición o se les menospreciaran sus sufrimientos y pesares. Y segundo, por lo que deja traslucir su letanía de quien tiene la obligación de conducir al país. No se cuestiona si está desmoralizado, crispado o desmotivado, sino, si tiene la capacitación suficiente para estar a la altura de la encomienda y el «alto honor» que dice él, ¿de verdad es tan bisoño para no saber dónde se metía? Su biografía y su relato curricular de escalador ambicioso no casan, en absoluto, con la imagen de soñador a lo Tomás Moro que ahora nos pretende vender. Todo apunta más bien, a un movimiento estratégico para aglutinar a la izquierda desde el victimismo, justo en el momento en que mayor contestación popular recibe a cada paso que da. Si necesita una dosis extra de palmaditas en la espalda, este no es el camino.
El enfoque no debería situarse sobre lo que hará el lunes, sino sobre la gravedad de lo que ya ha hecho ¿Qué está buscando Sánchez? De entrada, solo cabe interpretar su homilía como un ataque y una advertencia hacia los jueces y medios que tengan la osadía de señalar a su señora. Él puede hacerlo con los familiares de otros, el resto no. Es preocupante la concepción que Sánchez tiene de las reglas del juego y de donde deben situarse los límites de lo tolerable, como también lo es el sentimiento de superioridad que desprende su carta. Será un hombre enamorado, suerte la suya, pero parece más bien un hombre asustado. De qué o quién solo él lo sabe. Conociendo su afición por retorcer los límites de lo digerible, es fácil presuponer que tras su lamento hay algo mucho más serio que el haber señalado a su señora. Tal vez la previsible pérdida de parte de los apoyos parlamentarios tras las catalanas, la reactivación del caso Pegasus y las escuchas que esconde, la ley de amnistía, el 'Koldo gate'... la corrupción. La misma que justificó su moción de censura y que hoy le tiene noqueado y preparándose una salida honrosa a lo Antonio Costa o Adolfo Suarez sacrificándose por el bien del país. El lunes es San Pedro Mártir. No podría haber elegido un día mejor para hacerlo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Santander, capital de tejedoras
El Diario Montañés
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.