España, y particularmente Valencia, atesora una profunda cultura pirotécnica, donde forma parte inseparable de nuestras tradiciones festivas. Todos los artificios disponibles en el mercado están estrictamente regulados con pleno cumplimiento de las normativas europeas de seguridad. Son estos productos los que se comercializan en las tiendas de pirotecnia, bajo la supervisión constante de las autoridades competentes.
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Frente a este marco legal y seguro, en los últimos años hemos asistido con preocupación al auge de un fenómeno ajeno a nuestra cultura: la llegada de pirotecnia ilegal, extrema y altamente peligrosa. Estos artículos, introducidos principalmente por ciudadanos alemanes y holandeses carecen de control, certificación y sentido común. En lugar de respetar nuestra tradición, estos grupos han confundido nuestra pasión con permisividad. Y no, en Valencia no todo vale.
La Asociación Española de la Pirotecnia (AEPIRO) condena rotundamente la entrada y uso de estos materiales ilegales, así como cualquier manipulación de material legal para generarlos, puesto que esto representa un serio riesgo para la seguridad ciudadana y para la imagen de nuestra cultura y de la Pirotecnia. Esta barbarie no nos representa.
Desde principios de 2024, AEPIRO colabora activamente con la Guardia Civil y la Policía Local de Valencia para frenar este tipo de prácticas. Gracias al trabajo de las fuerzas del orden, en las Fallas de 2025 se ha logrado blindar zonas sensibles como el Palau, evitando incidentes como los del año anterior. Pese a las dificultades para interceptar todo el material ilegal, las fuerzas de seguridad han actuado con rapidez y eficacia, logrando detenciones e incautaciones clave.
A pesar de estos esfuerzos, es probable que ya hubiese entrado mucho material ilegal a la ciudad y que, ante la imposibilidad de utilizarlo durante las fiestas, se escondiera y, finalmente, hayan sido estos propios grupos los que hayan provocado las potentes explosiones que se registraron en la noche del 18 y la noche del 20 de marzo al deshacerse de estos materiales. Se trata igualmente de una acción temeraria, reflejo de la peligrosidad y falta de escrúpulos de quienes atentan contra nuestra seguridad y tradiciones.
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Desde AEPIRO queremos felicitar y agradecer especialmente a la Policía Nacional y a la Unidad de Seguridad, Apoyo y Prevención (USAP) de la Policía Local de Valencia su compromiso con la seguridad ciudadana. Seguiremos trabajando para erradicar esta amenaza y proteger la verdadera esencia de nuestra pirotecnia: tradición, emoción y respeto.
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