Un escenario para rebelarse

Los resultados van más allá de los límites geográficos. Unir los abonos de La Magdalena y San José, apenas sesenta kilómetros de distancia y una continuidad cronológica incontestable convierten a la Comunidad en la primera gran feria de la temporada. Lo que ocurra aquí tendrá trascendencia. Valencia especialmente, sigue marcando tendencia y en este 2024 las señales previas son la mar de esperanzadoras. No es humo, ni ilusión patria, ni nada gratuito ni inesperado, hay motivos suficientes para pensar que podemos vivir tardes de las que dejan huella. En realidad, hay toros y hay toreros. Nadie de los que está se puede decir que no debe estar. Y todos tienen la necesidad del triunfo, decir lo contrario es pura palabrería. Los consagrados porque no querrán llegar a Sevilla o Madrid, las otras plazas que deciden, con los deberes pendientes. De siempre un éxito en Valencia allana el camino, rebaja la tensión y hace crecer la moral. Y a ello se aprestarán; y los menos consagrados por los mismos motivos y alguno más. Valencia de siempre ha sido el escenario perfecto para rebelarse.