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Si nada se interpone, la ciudad de Valencia proclamará hoy a su nueva alcaldesa. La misma mujer que con solo 26 años se anotó el logro de haber roto un 'cinturón rojo' que parecería inamovible, vuelve 16 años después a levantar la vara de mando ... enviando otra vez a la izquierda a la bancada de la oposición. Catalá vence y convence, para desesperación de sus rivales. Es joven, pero está sobradamente preparada -en la teoría y en la práctica- algo que en las últimas legislaturas nunca fue un requisito necesario. Los nuevos tiempos llegan con gente sobradamente preparada. Que ya era hora.
La nueva alcaldesa es Doctora en Derecho, ex consellera, diputada autonómica, portavoz y ex alcaldesa de Torrent. Y naturalmente que se podrá disentir de ella ideológicamente y hasta cuestionarle su ambición política, pero ¿quién desea a un alcalde de 8 a 3 sin más implicación que superar la rutina diaria? Yo no. Catalá es otra cosa. Es la brizna de aire fresco e ilusión que se necesitaba, aunque tenga retos a superar como la coherencia y el olfato o saber distinguir entre los peajes del partido y los suyos propios. Entre las presiones externas y el 'fantasma' de Rita estará su diatriba. Y ambas debe dejarlas claras desde el primer minuto. Catalá es Catalá. Rita era otra cosa. Fin de la cita.
Y sin peajes 'románticos' iniciará su mandato también un Carlos Mazón que ya ha dejado claro que sus tiempos y los de Puig no tienen nada que ver. De hecho, están en las mismas antípodas. El de Morella, calificado de timorato y apocado hasta por los suyos, deja paso a un Mazón resolutivo, rápido e ilusionado que no se permite perder ni un segundo. Mazón es tan expeditivo y practico que hasta los medios nacionales han sucumbido ante su capacidad de iniciativa sin complejos. En la mente de Mazón, si hay un problema, cuanto antes mejor. Ha demostrado maestría y precisión hasta contra el fuego amigo. Su alicantinismo firme ha tenido la misma resistencia que tuvo inicialmente el castellonismo de Fabra. Pero sabe hacerle frente al fuego amigo.
Además, Mazón es más brillante que Fabra. Mucho más. Y ha llegado para no ser uno más. Carlos es un currante nato de lo público desde hace 25 años y un negociador cum laude sobrado de experiencia política y visión, capaz de montarse una campaña nacional en tan solo dos días. En su contra tenía el 'no ser conocido' y le han bastado 48 horas para darle la vuelta, ocupando las portadas de toda la prensa escrita y de la televisión nacional y encima, a varias semanas vista de unas elecciones generales, como para no hacerle daño a Feijóo. Es expeditivo, sagaz, practico y rápido y le respaldan más de 800.000 votos sin Vox, ¿algo más?
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