Sueños tecnológicos

Se llama Wendy y vive en el Gas Street Basin, el barrio de Birmingham lleno de canales donde se rodó la famosa serie 'Peaky Blinders'. La chica de la foto, digo. Que me resultó llamativa por el hecho de ir al margen del resto. Aunque ... tal vez se llame Allison y provenga de Sheffield, que también fue una ciudad dura. Su abuelo, Ian Oakey, trabajó duro en las fundiciones de acero y salvó la vida de milagro durante los bombardeos alemanes que intentaban acabar con la producción. Sólo en tres noches, del 12 al 15 de diciembre de 1940, perdieron la vida 660 personas. O, a lo mejor, se trata de una pija de Primrose Hill, pongamos que obedece al nombre de Samantha y desde que nació ha viajado y tiene un buen fideicomiso a su nombre. Se parece bastante a su madre, a la que conocí una noche en L'Atlàntida de Sitges, donde te podías poner ciego tomando cócteles y luego tumbarte al sol. Aquello estaba lleno de gente mayor y rica pero resultó divertido para un chaval de mi edad que apenas sabía cuatro palabras en inglés que, para mi sorpresa, resultaron ser suficientes. La progenitora de Samantha (de la que, por desgracia, no recuerdo el nombre) me descubrió los negroni y me hizo fumar el primer cigarro de mi vida, así que contribuyó bastante a mi educación, más que muchos maestros grises de mi oscura infancia. Puede, en cualquier caso, que la muchacha de la imagen sea una creación realizada por un programa de inteligencia artificial, un metabolito tecnológico, y que estas líneas también broten de un pequeño chip que va inventando historias, todas falsas como la fotografía, todas reales como nuestro mundo de apariencias. A saber quién es el autor de estas líneas. A saber si alguno vez tuvo algo parecido a una existencia.