Secciones
Servicios
Destacamos
Con el nuevo método de lucha biológica contra la plaga del temible insecto tigre ha cobrado especial protagonismo ciudadano el papel esencial de la planta de Caudete de las Fuentes, propiedad de la Generalitat Valenciana y activa desde hace más de un cuarto de siglo ... en otro frente importante de combate: el de minimizar los daños de la mosca 'Ceratitis capitata' en plantaciones de frutas y, sobre todo, de cítricos.
El sistema consiste en producir en Caudete millones de machos estériles del insecto para soltarlos a renglón seguido donde haya problemas de la plaga en cuestión. Hasta elmomento se hacía sólo con la mosca 'Ceratitis' y ahora también con el mosquito tigre. La finalidad del procedimiento es la siguiente: los machos estériles compiten con los fértiles que existen de forma natural, pero de sus cópulas con las hembras no resultan nuevos insectos, porque las puestas serán también estériles. De esta manera se consigue ir reduciendo el nivel de plaga hasta unos rangos digamos 'soportables' y más fácilmente controlables por otros medios habituales.
La esterilización se realiza en la fábrica mediante la irradiación de los huevos, diferenciándose después por colorimetría los que son de hembras y los de machos, pues interesan éstos para realizar sueltas masivas al aire libre, que busquen deprisa a las hembras silvestres y completen así la misión buscada.
El redescubrimiento de este complejo sistema, tan novedoso para la mayor parte de la población, está siendo objeto de gran celebración, porque supone reconocer un alto grado de especialización tecnológtica en la materia; en este caso en relación con la plaga del mosquito tigre. Sin embargo es justo recordar que todo lo que representa hoy la planta de Caudete de las Fuentes se debe al impulso que en su día supieron dar al proyecto algunas personas que estuvieron en altos cargos de responsabilidad de la Conselleria de Agricultura y de otros departamentos de la Generalitat, incluyendo a quien fue consellera del ramo, Mª Ángeles Ramón Llin, y desde luego al desaparecido Eduardo Primo Millo, que fue director general y apostó con total decisión para que se hiciera realidad.
La primera vez que supimos de tan novedosa opción para luchar contra la 'Ceratitis' fue de boca de Octavio Ramón, entonces presidente del Comité de Gestión de Cítricos. La idea concitó enseguida los esfuerzos de todo el sector para llevar el proyecto a buen puerto, buscando el dinero aquí y en Madrid. Y su exitosa materialización permite ahora que lo que nació -como tantas veces- en el terreno agrícola, sirva para otros cometidos de salud pública, logrando en la práctica que los mosquitos tigre queden algo más amansados.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.