Urgente La juez de la dana imputa a la exconsellera Pradas y al secretario autonómico Argüeso

En tres semanas, con guirnaldas y lucecitas, tendremos una nueva cita electoral. Discursos y promesas entre villancicos, nos invitarán a participar en unas urnas cuyo resultado, eso dicen las encuestas, se promete más plural que nunca. Nos venderán cambio, economía, ventajas sociales y prosperidad. Todos y cada uno de los partidos comparecientes dirán ser la mejor opción y el peligro que conlleva no votarles. Los que gobiernan hablaran de la excelencia de su gestión, los que optan de todo lo contrario. Y así llegaremos al 20D con la típica sensación de haber vivido esto antes, 'déjà vu' que dirían los franceses. Nosotros, desde casa, a pocos días de celebrar lo mejor posible la Nochebuena, tomaremos esa decisión tan pretendida por todos de votar al que más nos convenga. Precisamente en esto reside nuestra fuerza ciudadana, y sería bueno que nuestro voto no fuese un regalo para nadie.

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La forma en que elegimos a nuestros representantes al Congreso y al Senado mediante listas cerradas, mejor las llamaría impuestas, por circunscripción provincial, hace que muchas veces los candidatos no sean ni tan siquiera conocidos por sus electores. Si tienen dudas sobre esto que les escribo pueden hacerse la siguiente pregunta: ¿Quién era el número tres y cuatro de la lista que eligió en las últimas elecciones generales? Si no son capaces de responder, no se preocupen, es lo que nos sucede a todos. Quizá por eso el político se halla muchas veces alejado del pensamiento y las necesidades reales de aquellos que los elegimos. En esta ocasión y después de muchos años, los 27 al sur van a tener candidatos en puestos de salida, esto es con posibilidades, en la navidad electoral que nos espera. Joaquín Albaladejo en el número tres al Congreso por el PP, Antonia Moreno en el cuatro por el PSOE y María Quiles en el uno al Senado por Ciudadanos, son el trio que, con cierta probabilidad de éxito, estarán allá donde se toman las decisiones importantes en este país. Que luego se note o no para nuestra comarca será otro cantar y, en todo caso, espero que así sea porque lo necesitamos.

Debería estar claro que si la elección de candidatos depende del territorio por el que se presentan, la defensa y puesta en valor del mismo tendría que ser el cometido principal de los electos representantes. Esto a día de hoy no es tan así y, aunque algo se hace no lo voy a negar, la principal función de sus señorías suele ser votar a golpe de instrucción desde su confortable escaño, en un sentido u otro, según convenga al grupo político al que pertenecen. Espero que, gane quien gane, esta legislatura sea diferente, que la voz del pueblo sea la que realmente mueva los intereses de diputados y senadores, que se traslade a esos hemiciclos lo que de la cercanía al ciudadano se desprenda y que se note en forma de calidad de vida para todos. Por eso, siempre y cuando salgan elegidos, es tan importante tener representantes de La Vega en tal altas instancias, desde allí pueden velar y promover intereses cercanos en forma de capítulos, que puedan incluirse en los Presupuestos Generales del Estado, autentico libro director de las cosas que sí se harán.

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