'La agencia': entre espías anda el juego

Poco a poco la plataforma SkyShowtime va haciéndose un hueco importante en la guerra del streaming gracias a una oferta de calidad. Dio a conocer el fenómeno 'Yellowstone', ahora también disponible en el menú de Netflix, además de contar en su catálogo con series de indudable peso como 'Poker Face', 'Chacal', 'Operaciones especiales: Lioness' o la estupenda (y diferente) 'The Curse'. 'The Agency (La agencia)' se une a esta selección con un llamativo empaque, estéticamente hablando, y un plantel de campanillas con Michael Fassbender y Richard Gere a la cabeza. Estamos ante un remake de una producción francesa que ya dio mucho de qué hablar, 'Oficina de infiltrados', con Mathieu Kassovitz liderando el reparto. Las comparaciones son tan odiosas como inevitables y cabe adelantar que la propuesta europea es superior en muchos aspectos a la estadounidense, lo que no quita que sea igualmente un producto notable. La maniobra audiovisual made in USA de rehacer material destacado de otras nacionalidades para, supuestamente, llegar a más público, pierde bastante sentido en un mundo globalizado, pero no parece que baste con el doblaje o subtitulado en estos casos.

'La agencia' hace un buen programa doble con 'Operaciones especiales: Lioness'. Diez intensos episodios, estrenados periódicamente bajo demanda, que desarrollan temas de interés relacionados con el hecho de vivir otra vida como espía para conseguir información, con algunas maniobras orquestales de dudosa catadura moral. El protagonista, interpretado por Fassbender con la sensibilidad que le caracteriza -con algunos puntos en común con su rol principal en la incomprendida 'El asesino'-, es un agente encubierto de la CIA que regresa a Londres tras seis años de servicio siendo otra persona en un país lejano, nada más y nada menos que Etiopía. Capítulo a capítulo somos testigos de sus vaivenes y problemas éticos, en medio de una conspiración. La vuelta a casa no es fácil. No termina de enterrar un amor feroz surgido durante su última misión, en mitad de una clara lucha de intereses entre varios bandos que se pelean por el mapa internacional. Su impecable trayectoria como profesional se ve puesta en entredicho al saltarse las reglas empujado por la pasión. La razón y el corazón chocan en un escenario de suspense que va complicándose, con varias tramas en paralelo que se entrecruzan.

Se nota la mano de Joe Wright como realizador en los primeros capítulos. También figura en la producción ejecutiva, junto a nombres como el de George Clooney. Es un cineasta aficionado a lucirse con el uso recurrente del plano secuencia, como bien demostró en 'Expiación, más allá de la pasión', sin darle la espalda al ingenio y la modernidad, como dejó claro en un cuento diferente, la reivindicable 'Hanna', mezcla de elementos propios de un cuento de hadas. El responsable de la adaptación cinematográfica de 'Orgullo y prejuicio', 'Anna Karenina' y 'Pan (Viaje a Nunca Jamás)', ofrece al espectador una dirección solvente, donde reinan los silencios con encuadres mimados y un ritmo pausado que le viene bien a la narración. La cadena de acontecimientos, bien descritos, van alimentando la intriga mientras se exploran dilemas espinosos sobre la identidad y la moral en los cuales no profundiza como debiera, precisamente, 'La infiltrada', cuya carrera de éxitos continúa (probablemente porque, de cara al gran público, no se mete en ciertos jardines).

'La agencia', un thriller de espionaje que se toma su tiempo, con la guerra de Ucrania como telón de fondo, también cuenta con Jodie Turner-Smith ('Sex Education'), Katherine Waterston ('Boardwalk Empire'), John Magaro ('Orange is the new black'), Hugh Bonneville ('Downton Abbey') y Dominic West ('The Crown') en el equipo artístico. El personaje encarnada por Fassbender instruye a una recluta joven mientras estalla un conflicto internacional que recuerda a la actualidad. Las historias se cruzan en pos del entretenimiento con un aspecto visual envidiable que bebe del buen cine setentero de género que tantas alegrías dio a la historia del séptimo arte (taquillero y con grandes premios). La psicología de los roles principales, el juego de espejos, es vital en la serie, tanto en el texto como en la forma. La mano de Wright es evidente en algunas secuencias que ganan en significado gracias a una realización a conciencia. Bucear en personalidades dobles, con escudos emocionales, es el quid de la cuestión. Alguna secuencia con un interrogatorio lo dice todo.

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