El enoturismo en Bodegas Nodus

Una de las bodegas más pujantes en los últimos tiempos dentro de la DO Utiel-Requena es Bodegas Nodus, radicada en su Finca el Renegado, en el término de Caudete de las Fuentes. Esta finca es un proyecto de la familia De las Heras y se ubica en una de las mejores zonas vitícolas de la denominación; esta posee 200 hectáreas de viñedo en la que crece la bobal junto con otras variedades como la syrah, cabernet franc, cabernet sauvignon, merlot, chardonnay y tempranillo.

Los parámetros de la agricultura ecológica son los que se aplican en ella y ya poseen referencias de vinos que se embotellan con ese marchamo, como En la Parra tinto y blanco, Chaval y Finca el Renegado Tinto Barrica. El enoturismo es una de las grandes apuestas que ha llevado adelante la bodega en la misma finca. En ella puede disfrutarse de su hotel rural, el hotel Entreviñas, aprovechando la obra de la antigua masía de la finca.

En su interior se acondicionaron una docena de habitaciones de gran confort y dos apartamentos, ideales para la práctica enoturística, además de comedor, sala de catas, espacios para reuniones. También se organizan actividades cinegéticas y por supuesto el poder tener una experiencia enológica con la visita a la bodega o al viñedo. Son reseñables las jornadas de vendimia que organiza todos los años, abiertas al público en general para dar a conocer esa fase tan importante para la producción de los vinos.

La bodega ha conformado cuatro propuestas de enoturismo:

La Cata Dinámica por 16€. Para los que quieren conocer la bodega y disfrutar del entorno. Tras la bienvenida en el patio de la bodega se conoce la finca y los detalles de la trayectoria histórica de la familia de Nodus. Le sigue una cata de vino blanco y un pequeño refrigerio bajo la centenaria carrasca El Renegado. Luego se pasa a la bodega, donde se muestra el proceso de elaboración de los vinos y se cata un vino tinto en la misma sala de barricas. Se remata con una degustación de sus vermuts Descarado.

De la Viña a la Copa por 26€. Dedicada a los que disfrutan de la cultura del almuerzo. Bienvenida en el patio de la bodega, al que le sigue el servicio de un almuerzo típico de la gastronomía local en el gastrovino 8 Encinas. Luego, paseo por la finca, para conocer su historia y su viñedo. Si el tiempo lo permite, cata de un vino blanco bajo la carrasca El Renegado. Finalmente, visita a la bodega para conocer el proceso de elaboración de sus vinos y catar un vino tinto en algunos de sus espacios acompañado de un pequeño aperitivo. La visita finaliza con los vermuts que elabora la bodega.

Barricas y Platos por 48€ (menú Entreviñas). Destinado a los que quieren comer maridando los platos servidos con los vinos de Nodus. Recepción en la bodega y paseo por la finca para conocer los detalles de la finca y de la familia Nodus. Cata de un vino blanco bajo la carrasca El Renegado y visita a la bodega para conocer el proceso de elaboración de los vinos y cata de tintos en alguno de los espacios gastronómicos acompañado de un pequeño aperitivo de la gastronomía local. Remate con los vermuts Descarado. Para finalizar, se sirve una comida en el gastrovino 8 Encinas.

Descanso entre viñas por 185€. Para los que quieren ver el anochecer y amanecer entre viñas, nada como una estancia en el Hotel Entreviñas, ubicado dentro de la Finca El Renegado. Desayuno matutino, paseos por la finca y aperitivo a mediodía en la carrasca La Señorita. Para conocer el enclave, puedes acceder a la web de Bodegas Nodus.

Personalmente, tengo debilidad por este vino blanco borgoñón y encontrar un primo hermano en esta latitud es digno de poner en valor. Las condiciones de clima y suelo de la Borgoña donde se cría el chablis y las del terruño de Utiel-Requena siempre me parecieron comparables por su carácter calcáreo. Los franceses no se ponen de acuerdo sobre el modo de envejecer los vinos de Chablis. Hay viticultores que mantienen la costumbre tradicional de envejecer el vino en barricas de roble, cosa que defiendo, mientras que otros solo utilizan acero inoxidable.

En puridad, me quedo los que utilizan roble viejo, ya que oxigena y enriquece el vino sin transmitirle sabores. El roble nuevo siempre le va a proporcionar un toque tostado de vainilla y puede apagar la deliciosa cualidad mineral que caracteriza el chablis. Por otra parte, el acero mantiene siempre la pureza de la fruta. Hay algunos 'châteaus' que usan una combinación de métodos. Pues bien, Nodus ha tomado la vía de en medio para obtener su personal receta. Escogió una barrica de 600 litros (en la que obviamente la influencia del roble quedó en un segundo plano) y trasegó tras tres meses y medio de envejecimiento en barrica bordelesa su vino de chardonnay. En esa gran bota ha pasado otros nueve meses y en su servicio más los que lleve ya en botella, donde sigue evolucionando. Porque sí, este vino blanco va a tener su trayectoria en botella y obviamente va a ser sorprendente. No se vayan sin llevarse una caja, para beber y regalar.

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