Cierra la Cervecería Don Pablo de Valencia

'Disponible'. Así se escribe el final de una de las historias actuales más longevas de la hostelería valenciana. No es que sea una cartel nuevo, ya que no es el primer bar que cierra en Valencia y tampoco será el último, pero es el fiel reflejo de cómo se sufre la otra cara del Covid-19. Pasear por el centro de Valencia es hacerlo por un lugar sin vida. Lo que antes eran bares, restaurantes y terrazas ocupando calles y plazas, ahora es un entorno silencioso, sin ruido, con persianas bajadas y si algún bar abre lo hace con clientes esperando en la puerta para recoger su pedido e irse. Ese bullicio tan típico de lugares como la plaza de la Virgen, la del Ayuntamiento o Colón ha desaparecido. El ruido de la cafetera, las comandas gritadas o la típica conversación del bar espera a que las restricciones permitan levantar la persiana de la hostelería, pero en ese instante se echará de menos a aquello que no regresen. Entre esas barras que no volverán a tener gente y esas terrazas que no se montarán se encuentra uno de los establecimientos con mayor solera del centro de la ciudad de Valencia. Cervecería Don Pablo.

Tras casi medio siglo de vida, la cervecería con aroma añejo luce en su fachada un cartel que presagia un futuro incierto. El cierre de la hostelería decretado el pasado mes de enero por la Generalitat provocó que de forma fulminante el negocio cesara su actividad y el actual dueño optara por traspasarlo poniendo así un punto a la historia hostelera que el futuro dirá si es seguido o a parte. José Carrasco, último gerente de la mítica cervecería, confirma a LAS PROVINCIAS que la situación actual del Don Pablo es de «traspaso» y que se trabaja «para que otros dueños continúen con el negocio».

Relata el hijo del fundador, también José, que el Don Pablo «destacaba por el trato al cliente y por tener producto de calidad, siempre se buscaba dar un servicio agradable con un trato familiar a todos». Es por ello que el negocio «se traspasa» y que el objetivo es que los futuros dueños del Don Pablo hagan posible «que los clientes no noten la diferencia» de gestores, según expresa José Carrasco, hijo del dueño que durante más de 45 años hizo posible que la cervecería se convirtiera en referente de la hostelería valenciana.

Desde agosto de 2019 lleva las riendas del negocio José, hijo, quien ha tenido que ahora dar un paso al lado ya que tiene otro trabajo y la cervecería tenía que soportar las restricciones sanitarias. La parte más esperanzadora de este proceso es que José ha decidido traspasar el negocio, por lo que de concretarse podría seguir abierto el Don Pablo, sobre el que ya hay «gente mirando, hay interesados» en hacerse cargo de este emblema del centro de la ciudad de Valencia, aunque el cambio de menos está marcado por la «incertidumbre» que genera la pandemia en un sector mermado por un año de cierres y restricciones.