La reforma de la ley electoral hace evidente la fragilidad del tripartito

Las relaciones entre los distintos partidos que podrían conformar un tripartito de izquierdas para gobernar la Comunitat tras las elecciones autonómicas del próximo año nunca han sido todo lo amables y fluidas que podría esperarse. No obstante, hasta ahora sus disputas habían permanecido más o menos soterradas, de forma que no se pusieran en peligro los posibles pactos posteriores a los comicios.

Pero la reforma de la ley electoral que prepara el gobierno de Mariano Rajoy -cuyo objetivo es que gobierne la lista más votada en todos los ayuntamientos, lo que acabaría con cualquier posibilidad de llegar a acuerdos postelectorales- está precipitando el debate sobre cómo concurrirán las distintas formaciones de izquierdas a las municipales del próximo mes de mayo. Y con ello se están evidenciando las diferencias y los recelos que existen entre ellas.

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