Los funcionarios de la Generalitat podrán trabajar desde casa en un mes

En el norte de Europa es una práctica absolutamente normalizada y los expertos dicen que genera mayor felicidad en los trabajadores que ya se benefician de este método. El teletrabajo está a menos de un mes de ser una realidad para los funcionarios de la Administración General de la Generalitat. Exactamente el tiempo que tarde la Abogacía y el Consell Jurídic Consultiu (CJC) en dar luz verde al proyecto de decreto por el que se comenzará a regular la prestación de servicios en régimen de teletrabajo para los funcionarios. La Conselleria de Justicia, de la que depende función pública, y los principales sindicatos, ya han cerrado un acuerdo para que el personal administrativo pueda desempeñar sus labores desde un ordenador de casa. De la medida, que entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Comunitat (DOCV) se podrán beneficiar todos los empleados públicos excepto los que trabajen en ventanillas de atención al público, directivos, coordinadores y supervisores, así como eventuales o cargos de libre designación.

El teletrabajo permitirá a los empleados públicos poder desempeñar sus labores diarias desde un ordenador de su domicilio en el que, previamente, un técnico de la Administración habrá instalado los programas necesarios, así como los filtros de protección de datos que requieran sus tareas. El control del trabajo se realizará atendiendo al cumplimiento de objetivos o a la consecución de resultados. Pero, el trabajador no podrá teletrabajar desde su domicilio toda la jornada semanal, sino que pasará tres días en su casa y el resto de acuerdo a la jornada y horarios habituales, en el puesto de trabajo habitual de su cargo. Además, la jornada telemática no se podrá fraccionar.

Para acogerse al nuevo plan de empleo desde el hogar, los funcionarios interesados deberán presentar una solicitud ante el órgano proponiente de cada conselleria. Las subsecretarías analizarán entonces las peticiones y la dirección general competente de cada materia de función pública dictará la resolución. Además, una vez adjudicadas las plazas, una comisión de control y seguimiento evaluará el correcto funcionamiento del sistema.

¿Quién puede teletrabajar?

En principio cualquier funcionario de la Administración General cuyo puesto sea compatible con el teletrabajo, pero se tendrán especialmente en cuenta condiciones como la jornada y el horario del puesto del que es titular. A la hora de baremar entre los solicitantes, la distancia en kilómetros desde el domicilio habitual hasta el edificio donde ejerce sus funciones o, casos de diversidad funcional tendrán más puntos. Quienes vivan a más de 50 kilómetros del puesto de trabajo o presenten una disfunción física o de movilidad de más de un 75% tendrán preferencia. También tener a su cargo menores o personas con necesidades especiales suman puntos para poder teletrabajar. La antigüedad entre 10 y más de 15 años también suma puntos, y las enfermedades crónicas, también.

El decreto asegura que «la Administración Pública no puede ser ajena al cambio cultural y debe apostar por reorganizar sus procesos e introducir las nuevas tecnologías en las tareas habituales de los puestos de trabajo». Y, el teletrabajo se encuentra dentro de ese necesario cambio, ya que «supone una forma de trabajar con información sin depender de un espacio concreto y con respeto a la adaptabilidad».

Según detalla el texto legislativo, «esta forma de organización puede suponer importantes beneficios tanto para la organización como para el personal afectado, ya que ayuda a gestionar mejor el tiempo y mejora la calidad del afectado» para conciliar y flexibilizar su vida.