efe
Viernes, 3 de febrero 2017, 11:01
Un segmento de la población que oculta el voto y que representa 4 de cada 10 personas consultadas es la principal causa los errores en las encuestas a pie de urna, según las conclusiones de un trabajo sobre siete muestras electorales autonómicas celebradas entre 203 y 2012 en las que participaron 165.655 votantes.
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Según han informado fuentes de la Universitat de València, el estudio explica que el silencio aumenta en climas polarizados y que el resultado final no se ve significativamente alterado por los que participan pero deciden ocultar su voto detrás de una mentira, por lo que propone introducir mecanismos correctores como aumentar el multiplicador que determina el tamaño del perfil político que no participa.
El estudio está basado en siete encuestas a pie de urna, con 165.655 votantes, correspondientes a las elecciones para las Cortes Valencianas de 2003, 2007 y 2011, así como las autonómicas de 2012 en Andalucía, Cataluña, País Vasco y Galicia.
La investigación, realizada por el Grupo de Investigación en Procesos Electorales y Opinión Pública (GIPEyOP) de la Universitat de València, identifica que la desviación de las encuestas se debe a la cantidad de votantes con un mismo perfil ideológico que declina participar.
Este hecho provoca que para obtener una muestra suficientemente relevante, la persona encuestadora tenga que buscar nuevas personas que sí quieran participar en la encuesta.
"Conocer las características de las personas que declinan participar en las encuestas a pie de urna es esencial a la hora de poner en práctica estrategias que reduzcan el margen de error", ha destacado José Manuel Pavía, catedrático de Métodos Cuantitativos en la Facultad de Economía.
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Para corregir esta desviación, GIPEyOP recomienda mejorar la implementación de los multiplicadores conocidos como factores de corrección. Estos números tienen la función de aplicar los correctivos sociológicos necesarios a los datos brutos para hacer una estimación más precisa.
Las conclusiones de este estudio se incluyen en el artículo "Encuestas a pie de urna en España, ¿Error muestral o sesgo de no respuesta?", publicado en Revista internacional de Sociología y firmado por Jose M. Pavía, Elena Badal y Belén García-Cárceles.
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Del desacierto en los factores de corrección provienen importantes errores como los que se han producido en otras encuestas a pie de urna. El caso más significativo, explica Pavía, es el de las últimas elecciones generales de 2016: "hubo gran malestar en el sector y la imagen proyectada a la sociedad amenazó con nublar los éxitos precedentes".
"La desviación final en la previsión de las encuestas no se ve afectada de forma significativa por las personas que participan, pero que deciden ocultar su voto detrás de una mentira, sino por aquellas que no participan", ha aclarado José Manuel Pavía.
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Además, en climas políticos polarizados, es decir, cuando manifestar en público determinada opinión puede ser peligroso, no está bien visto o puede ir en contra de la opinión pública mayoritaria, se incrementa la participación diferencial y, por lo tanto, la incertidumbre de las encuestas a pie de urna.
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