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De nuevo, la división se instala en el congreso del PSPV. El principio de acuerdo que se selló en la tarde de ayer para la integración de los abalistas en la Ejecutiva ha saltado por los aires esta misma mañana.
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El malestar en la delegación abalista que lidera Mercedes Caballero es notable. De hecho, los delegados de la provincia de Valencia se han salido del certamen tras la intervención de la ministra de Ciencia, Diana Morant. Ha sido su primera muestra de disconformidad. El grupo se ha reunido en otra sala del Hotel Bali.
Ahora mismo no hay consenso. El compromiso alcanzado ayer era concender la secretaria de relaciones institucionales, el virtual número 3 del partido, a Rafa García, alcalde de Burjassot, y que llegó a liderar la oposición al secretario general en el último congreso. Esta opción para el abalismo era y es irrenunciable.
Sin embargo, el equipo de Puig, que aceptó esta incorporación, cambió anoche o esta misma mañana de opinión y descartó el nombre de García. La estrategia ha indignado a los voces críticas del partido que ahora comprueban con asombro cómo no se les garantiza ninguno de los puestos importantes de la Ejecutiva. Todo está pendiente de una hipotética reunión entre Ximo Puig y Mercedes Caballero para resolver la encrucijada que amenaza la paz en el PSPV.
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