La muerte de un acusado extingue su responsabilidad penal. El reciente fallecimiento de Juan Cotino, uno de los principales acusados en el juicio por el amaño de las pantallas de la visita del Papa, ya ha tenido consecuencias judiciales. La Audiencia ha dictado un auto por el que acuerda archivar la causa contra el expresidente de Les Corts y, además, desbloquea los bienes que el tribunal mantenía trabados para garantizar el pago de una hipotética responsabilidad civil.
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El que fuera conseller con Francisco Camps y principal referencia del sector cristiano del PP había entregado varias propiedades de su localidad natal (Xirivella), entre ellas una vivienda y un local. Además, el auto del tribunal acuerda la devolución del dinero de la pensión que se le había ido reteniendo al que fuera director general de la Policía. No se especifica la cantidad. Estos bienes pasarán ahora a los herederos de Cotino.
El juicio por este supuesto amaño en la visita del Papa se suspendió precisamente por la amenaza del coronavirus. Fue tras el regreso a Valencia, la vista se celebraba en Madrid, cuando Cotino comenzó a sentirse indispuesto. Un primer test dio negativo al Covid 19, pero fue ingresado debido a su delicado estado de salud. Más tarde, en un segundo análisis, se detectó el virus.
Su estado se fue debilitando hasta que finalmente, tras semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), murió el pasado 13 de abril a los 70 años de edad. Las primeras sesiones del juicio le habían resultado favorables ya que el que fuera director general de RTVV, Pedro García, le desvinculó del proceso de decisión y/o presión a la mesa de contratación. La sentencia será la única forma de aclarar cómo se produjeron los acontecimientos. En principio, el juicio, que presumiblemente se acortará al prescindirse de toda la prueba relacionada con Cotino, deberá reanudarse tras el final del estado de alarma.
El fallecimiento del exdirigente popular supone también su salida de otras dos causas de corrupción. Por un lado, otra pieza separada de la visita del Papa, en este caso, los contratos de la Fundación V Encuentro Mundial de la Familias. La clave es la naturaleza de esa entidad: pública o privada. Además, Cotino figura como imputado en la operación Erial por el supuesto pago de comisiones al presidente Eduardo Zaplana a cambio del amaño de adjudicaciones.
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