Blasco rechaza negociar un pacto con la Fiscalía que evite el juicio del caso Cooperación

Sin embargo, Blasco no está participando en las conversaciones para evitar el juicio que comienza el próximo lunes. Una confesión de estas características permite a los procesados beneficiarse de una rebaja en el castigo.

La Fiscalía pidió en su escrito de calificación dos años y ocho meses de cárcel para Blasco. Dos meses menos para Tauroni, mientras que Sanjuán se queda en dos años. La negociación, al parecer, ronda el año de cárcel y en ningún caso volverían a ingresar en prisión. Tanto Tina como Tauroni han pasado seis años en Picassent por la primera pieza del caso. La segunda y tercera, con condenas mínimas, está pendiente del recurso al Tribunal Supremo. Desde la Generalitat se sintieron profundamente decepcionados por el fallo, más que por las penas en sí, porque la Sala no abordó el pago de las responsabilidades civiles. La realidad es que tras una década de investigación, más que el castigo penal, lo que se prima es el reintegro de la mayor cantidad de dinero posible.

LAS PROVINCIAS ignora los motivos del exconseller para no participar en las conversaciones. Podría darse la circunstancia de que todos los acusados reconocieran su participación en los hechos mientras el principal, el conseller, lo siguiera negando. Quizá influye lo que sucedió en los acuerdos de las piezas 2 y 3, cuando se pactaron algo menos de tres años de prisión y el pago de las indemnizaciones. Posteriormente la Audiencia no respetó estos acuerdos y rebajó considerablemente las penas. Por ejemplo, a Blasco le impuso un año.

Los hechos que se juzgan el lunes se remontan al periodo 2008-2011. La conselleria debía renovar diferentes contratos en el departamento de informática. De nuevo Blasco, según la fiscalía, se concertó con Tauroni para que sus empresas se quedaran con el servicio. Para ello encargó a Tina Sanjuán, persona de su máxima confianza, que hiciera todas las gestiones necesarias para amañar los concursos a favor de su empresario de cabecera. Esta no dudó en cumplir las órdenes y se lo comunicó al responsable de informática de la conselleria, el cuarto acusado. Este último sufrió un infarto el día del juicio. La vista tuvo que ser aplazada debido a esta emergencia sanitaria.