Gabriela Bravo acusa de machistas a quienes la criticaron por sus comentarios sobre Oltra

La consellera Gabriela Bravo tenía una oportunidad perfecta este jueves por la mañana para rebajar la tensión en el Botánico y apagar el incendio que amenaza con acabar con todo el jardín. Pero no la ha aprovechado. De hecho, se diría que todo lo contrario. La consellera de Justicia ha lamentado «haber sido blanco de críticas con sesgos muy machistas» tras haber dicho que ella se plantearía dimitir si estuviera en la posición de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, a punto de sentarse en el banquillo de los acusados por la gestión de la Conselleria de Bienestar Social en el caso de abusos sexuales por el que fue condenado su exmarido.

Preguntada tras presentar el modelo de ordenanza abolicionista de la prostitución, la consellera ha explicado que simplemente hizo uso de sus derechos «a la libertad de expresión y a la de opinión, derechos fundamentales medulares». «Lamento haber sido objeto de críticas con sesgos muy machistas. Respeto a quienes han hecho manifestaciones en contra. Estamos en un país democrático y tienen derecho», ha dicho, en referencia a las palabras del alcalde de Valencia, Joan Ribó, de que no la pondría como ejemplo de lealtad. «Lamento haber sido objeto de algunas críticas. Que partidos de izquierdas hagan manifestaciones son sesgos machistas me parece bastante intolerable», ha apuntado.

Además, Bravo ha asegurado que no hizo ninguna manifestación sobre Oltra. «Manifesté una opinión sobre lo que yo haría si estuviera imputada y pudiera comprometer la credibilidad de la institución. No mandé ningún mensaje a nadie», ha indicado Bravo, que ha asegurado que es «lo que siempre» ha dicho cuando se le han preguntado por situaciones así a lo largo de su carrera.

«Es importante distinguir entre responsabilidades políticas y responsabilidades penales: quienes estamos al frente de instituciones públicas tenemos que protegerlas. No di ningún mensaje ni indiqué que Oltra debería dimitir», ha apuntado la consellera. 

En este sentido, en las declaraciones efectuadas en Cope recalcó que no puede opinar sobre lo que deberían hacer sus compañeros del Consell porque «cada uno es dueño de sus decisiones y tiene su propia escala de valores», pero señaló, a título personal, que «cada uno debe saber dónde llega la ética porque en política tener los valores éticos es importantísimo».

Cabe recordar que llueve sobre mojado. No es la primera vez que Bravo cuestiona la permanencia de Oltra en el Consell. En noviembre de 2020, a causa de las tensiones por la aprobación del presupuesto para el año siguiente, durante una entrevista en À Punt, la consellera de Justicia apuntó: «O aportas o te apartas». Oltra no se apartó. El conflicto, por tanto, parece larvado desde hace meses, pero las tensiones en el Consell, agravadas por la salida de Vicent Marzà y su intención de darle «un empuje a Compromís», cuando en la formación siempre se ha contado con la 'locomotora' de Oltra a nivel electoral, estrechan el cerco sobre la vicepresidenta.

La salida del conseller de Compromís más cercano a Puig parece adelantar el movimiento de fichas, que apunta al fin de semana, y los distintos actores políticos se van colocando en el tablero a la espera de ver cómo se mueven las fichas. El juego está a punto de comenzar de nuevo, si es que alguna vez se detuvo en el marco del Botánico.

• Temas
• Mónica Oltra