Mónica Oltra y Joan Baldoví en un acto de Compromís. IVAN ARLANDIS

Compromís se empeña en arruinar su futuro electoral

análisis ·

Problemas con las listas, dudas con la gestión, la reaparición de Oltra... Los frentes abiertos de la coalición se multiplican

JC. Ferriol Moya

Valencia

Viernes, 2 de diciembre 2022, 13:31

Compromís, la segunda pata en importancia sobre la que se apoya el Botánico, no atraviesa una buena racha. La dimisión el pasado 21 de junio de Mónica Oltra, imputada por la gestión de su conselleria en los abusos de una menor tutelada, ha derivado en ... un creciente proceso de inestabilidad. Ya no se trata únicamente, y no es poco, de la caída del principal referente político de la coalición. Como si del liderazgo de Oltra hubiera dependido todo hasta entonces, su marcha ha abierto una espita de frentes abiertos, enfrentamientos internos y tropezones políticos que, a seis meses de las elecciones autonómicas -y con Podemos en la cuerda floja- se convierte en todo un problema para la reedición del tercer gobierno botánico.

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Mónica Oltra. La exvicepresidenta dejó huérfana de liderazgo a la coalición tras su dimisión en junio por un proceso judicial en el que sigue imputada y que, en la práctica, le impedirá volver a ser candidata en mayo. Una salida en la que la exlíder nacionalista se vio sola, tanto por la actitud del PSPV, empeñada en empujarla, como por la de una parte de su propia coalición. Esta semana ha reaparecido para enviar el mensaje de que sigue en escena. Y la ausencia de cargos y excompañeros en los actos en los que ha participado terminan de retratar la herida abierta en la coalición. Oltra, principal artífice de los éxitos electorales de la coalición, aparece ahora como un lastre a los ojos de muchos de sus compañeros de partido. Y ella, que es consciente de esa circunstancia, parece reivindicarse como principal responsable, que lo fue, de los éxitos en las urnas de Compromís. ¿Y sin ella? Pues habrá que verlo.

Joan Baldoví. Compromís aprobó un reglamento de primarias 'a la medida' de Oltra. Tan es así que estableció una excepción por la que, si la exvicepresidenta salía a tiempo indemne de su situaciòn judicial, podría formar parte de la candidatura. No habían pasado ni diez días de ese acuerdo y el diputado nacional Joan Baldoví decidió mover ficha y postularse como candidato a encabezar la lista de la coalición. Una y otra decisión no son incompatibles -dejar hueco a Oltra y anunciar que se opta a encabezar la lista- pero dejan entrever una más que evidente discrepancia en la coalición. Los plazos judiciales juegan en contra de la exlíder, pero la vicepresidenta Aitana Mas -cercana a Oltra- también amaga con medirse a Baldoví. Toda una demostración de falta de consenso en un partido que no va sobrado de ese ingrediente.

Mireia Mollà. La destitución de la exconsellera de Agricultura a manos de Aitana Mas terminó de certificar la crisis en el seno de Compromís. Mollà, de Iniciativa como Oltra y como la propia Mas, cesada de su cargo por unas discrepancias no demasiado bien explicadas. Y al mismo tiempo, un golpe de autoridad sobre la mesa de Mas, deseosa de reivindicarse como algo más que 'la sustituta de Oltra en el Consell'. La división en el partido creado por el veterano Pasqual Mollà, justo unas semanas después de la marcha de Oltra, recuerda a la que en su día derivó en la salida de Gloria Marcos, a manos de la propia Oltra. «No hay por qué laminar un liderazgo para consolidar otro», se quejó el padre de la consellera respecto de la decisión de Mas-Oltra. Iniciativa, un partido de pocos militantes pero siempre con grandes portavoces, en una situación crítica.

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Pedro Fresco. Personaje secundario hasta ahora en este drama político que este viernes ha ganado toda la visibilidad como consecuencia de su destitución como director general de Transición Ecológica de la conselleria de Agricultura que dirige Isaura Navarro. En el trasfondo, la polémica en el seno del Botánico con las renovables. Fresco ha señalado que la posición en su Conselleria, desde el cese de Mireia Mollà, es «inasumible para un profesional de la energía» y «técnicamente una barbaridad». Fresco, que pertenece al equipo más cercano a la vicepresidenta segunda del Gobierno Yolanda Díaz, ha señalado que «no se puede decir que poniendo en los techos de los edificios placas solares es suficiente para hacer la transición energética o que se podrá lograr el objetivo de 6.000 MW de electricidad marcado para 2030». «Inviable», inasumible« y »barbaridad«. Palabras que lo dicen todo sobre la posición de Compromís, en boca de un alto cargo, hasta ayer mismo, de la propia coalición.

El Gulliver. Todo le pasa a Compromís. El vicealcalde y edil responsable de Ecología Urbana, Sergi Campillo, impulsó la rehabilitación integral de esta zona de juegos del jardín del Turia con una inversión de un millón de euros. Este viernes mostraba su enfado tras comprobar las grietas y desperfectos que presentan algunos toboganes y parte de la figura sólo un mes después de haberlo rehabilitado. ¿La consecuencia? El cierre de la instalación. La forma de sacudirse la responsabilidad -«el alcalde Joan Ribó y yo no vamos con la paleta haciendo la obra»- no contribuye a rebajar la polémica. Porque lo único cierto es el dinero gastado en la rehabilitación y los desperfectos que. solo unas semanas después, ya se han detectado.

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Candidaturas electorales. La madre de todas las batallas en la coalición nacionalista se libra en la confección de candidaturas. Hay choques y roces en todos los partidos, pero Compromís, además, les da toda la visibilidad posible. En la lista municipal no se llega a un acuerdo y se da 15 días más para evitar las primarias. En las candidaturas autonómicas, el baile de nombres y circunscripciones se cruza con la necesaria lista cremallera y el reparto de puestos entre todas las sensbilidades de la coalición. Todo ello bien a la vista, como si se tratara de demostrar que existe un temor real de que los comicios vayan mal y de que esa circunstancia obliga a ir lo más arriba posible en las listas. Miedo a perder el cargo y el sueldo público en un partido que, en teoría, hacia bandera de todo lo contrario. 'Rescatem persones', se decía.

Y todo ello a seis meses de elecciones. Y todo ello con la tercera pata del Botánico, Unides Podem, pendiente de unas encuestas que no garantizan el 5% necesario para entrar en Les Corts. Y sin esa tercera pata, y si Compromís retrocede, las opciones electorales del PSPV crecen, pero las de la izquierda de mantener el poder se reducen. Queda medio año para las elecciones, que en realidad es apenas dos meses de actividad parlamentaria. Si Compromís no tapona sus frentes abiertos, quienes creen que sin Oltra sus opciones electorales se reducen -frente a lo que indican todavía algunas encuestas- acabarán teniendo razón.

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