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Fran Ferri (Compromís) habla con la síndica de Podemos, Naiara Davó.

Compromís irrita al PSPV al presentar su propia subida de impuestos

El jefe del Consell avisa a los nacionalistas que «no se puede improvisar» la fiscalidad y les recuerda que los presupuestos los presenta el Gobierno valenciano

burguera

Viernes, 2 de octubre 2020, 00:26

El síndic de Compromís en Les Corts, Fran Ferri, presentó ayer una serie de medidas fiscales que su coalición considera necesarias para incrementar los ingresos de la Generalitat. Ferri hizo su propuesta durante la sesión de control al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en Les Corts, menos de 24 horas después de que la Comisión de Seguimiento del Pacto del Botánico, a la que acudió Ferri, se reuniese para debatir sobre los presupuestos. Fuentes participantes en esa reunión confirmaron a este periódico que el síndic nacionalista no anunció ni informó de la intención de su coalición de presentar este modificado de la fiscalidad autonómica. Será por eso o porque estamos en octubre, con los presupuestos ya muy avanzados y con la ley de acompañamiento a las puertas de ser aprobada por el pleno del Consell, Puig recibió inicialmente con tibieza la propuesta de Compromís. Esa indiferencia que pocos minutos después se convirtió en palpable irritación en el discurso del presidente.

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En la bancada socialista las caras eran de pocos amigos, ya que sus supuestos amigos ejercían en ese momento de otra cosa. En la propuesta presentada por Ferri se incluyen impuestos sobre la emisión de los vehículos, sobre gases de efecto invernadero y tributos que afectan a grandes centros comerciales. Igualmente, para 2022 se incorpora la tasa turística, un impuesto sobre estancias de visitantes al que el PSPV se opone frontalmente. Francesc Colomer, el socialista responsable de las competencias turísticas en el Consell, ha insistido muchas veces en su oposición a esa tasa, y ni tan lejos como el jueves, la líder de Podemos en la Comunitat, Pilar Lima, consideró que este año no es el momento de reivindicar la tasa. Un día después de las palabras de Lima, desde Compromís propusieron que, si no para 2021, pero sí para 2022, se incorpore la tasa turística.

El presidente de la Generalitat respondió inicialmente a Ferri de manera vaga, señalando que la renovación de la fiscalidad debía coordinarse con Madrid y Bruselas, el mismo argumento que emplearon posteriormente fuentes del PSPV en Les Corts. No obstante, posteriormente, Puig advirtió que la fiscalidad «no se puede improvisar», un recado a sus socios nacionalistas, que pretenden que sus propuestas se introduzcan en los presupuestos de este año a través de las enmiendas.

El encontronazo certifica que este año se reproducirán los habituales desencuentros entre socialistas y nacionalistas a la hora de gestar las cuentas de la Generalitat, una negociación dura que el año pasado alcanzó tal punto de tensión que provocó que una consellera saliese llorando de la última reunión para dar luz verde a los presupuestos.

Puig garantizó ayer a Compromís y Unides Podem que está dispuesto a estudiar la entrada de nuevos impuestos verdes en los presupuestos de 2021. En realidad fue una especie de sí pero no. El jefe del Consell señaló que este tipo de fiscalidad no es algo nuevo en la Comunitat, que se tiene que implantar coordinadamente con el Gobierno central para evitar «contradicciones» entre comunidades autónomas. El presidente aseguró estar de acuerdo con la necesidad de establecer una «justicia fiscal» y por avanzar en la progresividad, que consideró que ya aplica el Botánico

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«Todo se puede estudiar y hablar en el seno del Gobierno, que es quien presenta los presupuestos», advirtió Puig a sus socios en el Consell, y les reprochó indirectamente un deseo de improvisar que choca con su intención de que salgan adelante las cuentas, pero sin «ningún maniqueísmo», recordando que hay un acuerdo de gobierno entre los tres partidos y que «se puede hablar con todo el mundo, siempre teniendo en cuenta el interés de los valencianos».

Ferri preguntó a Puig cuáles serán las líneas generales del proyecto de presupuestos para un año que seguirá marcado por la pandemia y por la crisis, además de condicionar el apoyo de la coalición: «Si hay acuerdo botánico, el presupuesto se podrá aprobar como desde 2015». Y es que, según Ferri, lo importante no es la «foto» de las cuentas aprobadas a finales de año, sino tener claro para qué servirán: «si para los que esperan cita en un centro de salud o los ricos que están ganando un pastizal a pesar de la crisis. Es el momento de bajar a lo concreto«, sin que el Consell se quede »de brazos cruzados« en materia de fiscalidad verde.

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Entre las medidas que plantea Ferri figuran nuevos tramos en el IRPF para los que ganan más de 140.000 y 175.000 euros, impuestos para los bancos y las grandes empresas que tienen decenas de pisos vacíos y gravar el consumo de bebidas azucaradas. Y de cara a 2022, incorporar la tasa turística (que el PSPV rechaza), y crear impuestos sobre emisiones de gases así como a los centros comerciales.

Puig le replicó que los cambios en impuestos requieren de sentido común y de armonización en España porque «no se puede improvisar en un momento en el que las empresas necesitan inversión». En el mismo sentido, el presidente le recordó a la bancada nacionalista que la Comunitat fue «la primera autonomía» que en los años 80 introdujo un impuesto para aguas residuales, con lo que no es algo que «empiece ahora». «Se tiene que hacer con cierta coherencia general, si hay un debate en España sería bueno que se coordinara para que no hubiera contradicciones», advirtió el presidente a sus queridos amigos, o no tan queridos, o no tan amigos.

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