Burguera
Martes, 14 de mayo 2024, 00:40
Alberto Ibáñez, diputado de Compromís integrado en el grupo parlamentario Sumar en el Congreso, firmó el pasado 29 de abril una pregunta al Gobierno que es, en realidad, una carga de profundidad contra el PSPV y su principal figura política en las últimas décadas, Ximo ... Puig. Ibáñez, portavoz de Iniciativa, el partido que fundó Mónica Oltra, cuestiona de manera evidente la utilidad del generoso sueldo que se paga a Puig por ejercer, supuestamente, de embajador de España en la OCDE, supuestamente en París y supuestamente como representante del Gobierno y, por tanto, de todos los españoles ante una institución internacional. Para el diputado de Compromís, el dinero público sólo está sirviendo para el autobombo del expresidente y para realzar los actos de su partido, el PSPV. El cuestionamiento de la labor de Puig demuestra que la complicidad que en algún momento hubo, al inicio del Botánico y hasta 2017, entre los socialistas valencianos y sus aliados en la izquierda valenciana está completamente dinamitada.
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Manuel María Escudero fue el antecesor de Puig como embajador de España ante la OCDE. Escudero cobró en 2021 un total bruto de 151.660 euros, una cantidad que duplica el sueldo de senador territorial de Puig y es más de un 70% superior al que tenía como presidente de la Generalitat. A cambio de ese sueldo, según Compromís, los españoles contamos con un publicista de sí mismo y de su partido.
Ibáñez suscribe una pregunta dirigida al Gobierno de España. En ella recuerda que la carrera diplomática está regulada por una norma de 1955 que debería cambiar para «adaptar y democratizar el acceso a la misma, así como, su desempeño. Aún así, la institucionalidad de la representación internacional es fundamental y debe ser inclusiva, garantista y alejada de comportamientos partidistas». Después de la reflexión, llega la sustancia: «¿Cree el Gobierno de España ético y estético el mantenimiento de la agenda partidista y de proyección personal del embajador ante la OCDE, Ximo Puig, de forma habitual en el País Valencià?».
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Compromís apela al Ejecutivo central para que encauce a su embajador. Ibáñez da por sentado que el expresidente del Consell en el que estuvo integrado (Ibáñez fue secretario autonómico y asesor de la conselleria dirigida por Oltra y Aitana Mas) mantiene una actividad vinculada a su partido y a asuntos personales que tiene mal encaje en su labor diplomática, al margen de que su presencia en la Comunitat es tan continua que, en vez de embajador de España en la OCDE parece un embajador de la OCDE en España. Puig mantiene abierta oficina como expresidente de la Generalitat, con dos asesores y chófer, y con un coste anual de 163.459 euros, según publicó 'El Español'. En términos de erario pagado por los contribuyentes, la actividad pública de Puig, que cumplió 65 años en enero, supera ampliamente un coste de 300.000 euros, una aspiradora de recursos públicos.
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El propio Puig detalla en redes sociales una conspicua actividad en la Comunitat, haciendo pedagogía sobre su pensamiento filosófico por todos los rincones y espacios de influencia en manos del PSPV. Sin ir más lejos, el pasado jueves 9 de mayo protagonizó la reapertura en un espacio socialista en La Vall d'Uixó de unos ciclos de conferencias denominados 'Diàlegs', junto a Tania Baños, alcaldesa del municipio y una de las jóvenes dirigentes del partido por las que apuesta Diana Morant.
El lunes, 6 de mayo, se dedicó a presentar en Valencia un libro sobre el legado de Rodríguez Zapatero. Cuando Sánchez se puso en modo reflexión, Puig fue uno de los políticos socialistas que se dejó ver en la manifestación organizada ante la sede del PSPV en Valencia para apoyar al presidente del Gobierno. El 14 de abril acudió a Paterna junto a otros compañeros socialistas en la zona donde se han desenterrado cuerpos de represaliados por el franquismo y son repetidas las ocasiones en que Puig ha presentado en diversas localidades de la Comunitat 'Una idea d'esperança'.
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Compromís no es el único que pregunta por Puig. La diputada del PPCV en Les Corts Verónica Marcos ha instado al expresidente Puig y a la actual vicepresidenta segunda de Les Corts, Gabriela Bravo, exconsellera de Justicia con el anterior Consell del Botánico, a «dar explicaciones y pedir perdón» a los afectados por el tren accidentado en el incendio de Bejís porque su «falta de gestión y desidia» ha generado «muchos problemas y consecuencias negativas a muchas familias». Si Puig quiere continuar en el foco político, sus rivales y ex aliados parece que tampoco se olvidan de él.
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