Compromís, la trituradora de los liderazgos

Volatilidad. Oltra dimitida, consellers y altos cargos fulminados, diputados nacionales olvidados y dirigentes orgánicos que pasan sin pena ni gloria

Burguera .

Valencia

Lunes, 31 de octubre 2022, 00:35

Compromís presenta una peligrosa tendencia a la trituración de sus líderes, afianzados o potenciales. Diagnóstico: Variable. Fuentes internas vinculadas con la Ejecutiva se dividen entre los que piensan que «aquí se ve demasiado 'Juego de Tronos', 'House of Cards' y paparruchadas de esas», y los ... que afirman que «no pasa nada, es lo normal en cualquier partido». Socios como Podemos permanecen callados y no se aventuran a opinar sobre males ajenos que podrían ser propios. Otros, como los diputados socialistas valencianos, señalan: «Son muy jóvenes y todavía tienen que aprender que hay un tiempo para matarse entre ellos en el que vale todo, pero luego, cuando pasa ese tiempo, hay que apretar los dientes y aguantar. Por lo menos, mientras estás ganando. En la oposición ya es otra historia».

Publicidad

El periplo reciente de Compromís resulta sorprendente. En la oposición, entre enero de 2010 y mayo de 2015, los liderazgos fueron relativamente estables. A partir de la victoria, de tocar moqueta, y con la pujanza generacional de los veinteañeros que pasaban a ser treintañeros, a esos liderazgos iniciales se sumaron otros. A las primeras y escasas caras se sumaron nuevos rostros en cargos públicos flamantes. Emergieron potenciales líderes, algunos despegaron, pero muchos se han sumergido. El resultado es paradójico. En la Generalitat, de los nombrados se mantienen Climent y Morera. Como candidatos para 2023, todo apunta al ticket de Baldoví en la Generalitat y Ribó en el Cap i Casal, Valencia, núcleo irradiador de la mayoría de papeletas en manos de la coalición. Ocho años después de su gran y primera victoria, estos cuatro cowboys llegarán a las elecciones municipales vivitos en el puesto, coleando y talluditos mientras el resto de consellers, diputados nacionales y portavoces se han volatilizado. El cuarteto suma 260 años. Hombres blancos y al filo de la jubilación. Quién lo diría de Compromís.

De los que estaban y entre quienes emergieron, han ido cayendo líderes indiscutibles, alternativas probables, eternas promesas, potenciales cabecillas y dirigentes de callejón. Dimitió Mónica Oltraasediada en los juzgados, desfilaron a mejores destinos Manuel Alcaraz (a la Universidad de Alicante), Fran Ferri (sector privado industrial) o Elena Cebrián (en Presidencia, búnker de los socialistas comandados por Puig), salieron y salen con cajas destempladas de las consellerias Mireia Mollà (la última en caer) o Julià Àlvaro (que actuaba como un viceconseller y lideraba a Els Verds hasta que fue fulminando), hay retiradas tácticas como la de Vicent Marzà, aparcamientos forzosos como el de Sorlí y Bataller, adioses discretos a Ignasi Candela...

«Aquí se ve demasiado 'Juego de Tronos', 'House of Cards' y paparruchadas de esas», advierten fuentes de la Ejecutiva

Dos altos cargos del Consell apuntan a que tanta volatilidad tiene mucho que ver con «un éxito inesperado. No teníamos cuadros tan maduros y formados para ocupar tantos cargos de gran responsabilidad y asumir que esa es una situación efímera. Estamos gobernando mucho, quizá por encima de nuestras posibilidades».

Publicidad

Una secretaria autonómica lo sitúa en el contexto de la pluralidad de la coalición. «Compromís no somos una cosa, sino muchas. Desde fuera tenéis una mirada clásica, nos miráis como a una sola cosa, pero somos diversos, y esa diversidad significa que lo que va pasando no tiene que ver únicamente con una causa. Somos tres partidos y el poder y los equilibrios se reparten además entre personas de varias generaciones, así que los motivos son igual de variados que lo somos nosotros», explica. En este sentido, el adiós de Oltra no entra en el saco de todo lo demás. A Marzà, todos (la media docena de dirigentes consultados) le atribuyen una segunda vida («no se va, se reubica en un sitio donde se dura más años que de conseller», señala un dirigente, mientras que un alto cargo en el Gobierno valenciano ironiza: «Siempre espera que le pidamos que lidere y luego se enfada porque no lo hacemos»), mientras que la salida de Fran Ferri se atribuye a un «fin de ciclo vital».

Datos

  • Mireia Mollà, exconsellera: Un pilar de la oposición al Consell del PP que en 2019 se convirtió en consellera y que se ha visto fulminantemente destituida.

  • Mónica Oltra, exvicepresidenta: Su dimisión propició el ascenso de Aitana Mas que Mireia Mollà cuestionó. Su salida deja un hueco que está por ver si se llenará.

  • Vicent Marzà, exconseller: Fuentes de Més y de Iniciativa coinciden que su renuncia al Gobierno valenciano es una retirada táctica para evitar quemarse.

  • Manuel Alcaraz, exconseller: El hombre que levantó la Conselleria de Transparencia. Año y medio antes de acabar la primera legislatura sabía que no repetiría.

  • Fran Ferri, exsíndic: Apuntó a conseller, y no. Discutió la permanencia de Morera al frente de Les Corts, y no. Abandonó la portavocía y eso inició un rosario de cambios.

  • Elena Cebrián, exconsellera: La titular de Medio Ambiente en la primera legislatura ha acabado bajo el manto protector de la Presidencia de Puig.

  • Julià Àlvaro, exsecretario autonómico: Número dos de Medio Ambiente y líder de Els Verds, fue el primer alto cargo de Compromís en el Consell destituido de manera fulminante.

«Muchos se han ido quemando por esa obsesión de la estabilidad de la primera legislatura, pero aquello era una excepción», señala una secretaria autonómica que reconoce que «lo de Mollà ha sido otra cosa. Oltra ejercía un liderazgo indiscutible y cuando no está todo empieza a discutirse».

Publicidad

Un dirigente nacionalista de Mes (el antiguo Bloc, mayoritario en Compromís), que hoy subirá al escenario de l'Aplec del Puig si hay foto de familia, lamenta que «tenemos siempre encendida la freidora y nos vamos achicharrando por la sobreexposición a la crítica interna y externa. Es cierto que hay mucha rotación. Desde lo de Ferri y Marzà se ha juntado de todo un poco: la necesidad de renovación, el deseo de irse y el modo en que nos dan caña desde todos los lados, amigos y enemigos».

«Vivimos un éxito inesperado, y entramos muchos con una relación muy personal, porque no somos tantos como el PSPV o el PP, y esa complicidad es buena cuando todo va bien, pero si los enfrentamientos no se resuelven, las decepciones son muy profundas. Todo es más visceral y a la vez más ingenuo que en otras formaciones», explica un alto cargo del Gobierno valenciano.

Publicidad

«Tenemos siempre encendida la freidora y nos vamos achicharrando por la sobreexposición a la crítica interna y externa»

El caso de la nueva consellera Isaura Navarro, sustituta de Mollà, también es una historia de temperatura variable. Durante la primera legislatura del tripartito en el poder, Navarro tuvo temporadas de distanciamiento con la vicepresidenta Oltra, algo que luego se recondujo. Hace unas semanas presentó su candidatura a las primarias para acceder a las listas en la ciudad de Valencia. Su hoja de servicios en la gestión del Consell se situaba en el segundo escalón de Sanidad. De la noche a la mañana ha pasado a ser consellera.

Los márgenes en los que se mueve Compromís son más estrechos, según otro destacado miembro del Consell: «No somos como los socialistas o los populares, a los que se busca encaje fuera de la Comunitat, como diputados nacionales, por ejemplo, y nunca formaremos parte del Ejecutivo central. Nuestro techo es más bajito, es la Generalitat. Aquí hay gente que ha sido diputado de carambola, o conseller a los 30 años, y después de eso no queda mucho donde ir si no estás dispuesto a bajar en el escalafón».

Publicidad

Un Aplec para consolidar la candidatura de Baldoví

El 29 de septiembre, y en contra del criterio de una parte de Compromís (la vinculada al partido de Oltra, Iniciativa), el diputado nacional Joan Baldoví anunció su intención de presentar su candidatura a las primarias para elegir al cabeza de lista a la Generalitat. Esa elección ocurrirá en febrero. ¿Por qué con tanta antelación? Baldoví se postuló sin perder de vista dos fechas, el 9 d'Octubre y el este domingo, cuando su partido, Més, el antiguo Bloc, celebra la 45 edición de l'Aplec al Puig, una jornada político festiva que empezará con la llegada de la marcha a pie desde Valencia y en la que la formación ve el arranque de una campaña electoral «clave». Los nacionalistas ven la posibilidad de liderar todo Compromís, y en l'Aplec se escenificará el apoyo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad