![El Consell acelera y mejora en junio la ejecución presupuestaria del Botànic](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/07/05/1474261109-RfA5VX9AhwsxBCXEvgl9vIL-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
![El Consell acelera y mejora en junio la ejecución presupuestaria del Botànic](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/07/05/1474261109-RfA5VX9AhwsxBCXEvgl9vIL-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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La Generalitat Valenciana ha pasado del 'Houston, tenemos un problema' al 'Houston, la cosa ha mejorado'. Y mucho. Los indicadores que permiten medir la ejecución del presupuesto de la Generalitat correspondiente a 2024 han experimentado una notable mejoría en el último mes del que ... se tienen datos, el de junio. Tanto que, en comparación con el nivel de ejecución del mismo mes del año pasado, los principales capítulos ya se encuentran más adelantados. De forma que sí, a mitad del año, tanto las inversiones reales como las transferencias de capital ya mantienen un nivel de ejecución más alto que con el último año del Botánico. Y eso que, en 2023, año de las elecciones municipales y autonómicas, el Consell presidido entonces por Ximo Puig tiró la casa por la ventana, con un intento a la desesperada de darle la vuelta a las encuestas por la vía de echar mano de la chequera.
De hecho, esa política es la clave de que el porcentaje total de ejecución, el que incluye todos los capítulos, es superior en junio del año pasado (44,47%) frente al mismo mes de 2024 (42,55%)
Pero eso es el dato global, que incluye por ejemplo el gasto de personal, siempre con una ejecución elevada, y el pago de los compromisos de deuda, que hay que atender sí o sí.
Pero luego está la letra pequeña. Y los datos de ejecución presupuestaria del primer semestre del año, a los que ha tenido acceso este diario, reafirman esa mejora de las cuentas autonómicas. Con tres ideas claras: se invierte más –capítulos VI y VII–, se transfiere más dinero para gasto corriente y funcionamiento –capítulo IV–, y en cambio, se reduce la grasa y el gasto superfluo –capítulo II–.
Los datos que se habían venido conociendo hasta la fecha preocupaban en el Palau de la Generalitat. Los indicadores, en especial de los capítulos inversores, resultaban anormalmente bajos. «Mejorarán con el paso de los meses», se repetía como un mantra. Los datos de junio demuestran por primera vez que es así. Por partes, la mejora en los dos capítulos inversores es notable, especialmente si se tiene en cuenta que los datos de mayo seguían sin arrancar.
Este mes de junio, las inversiones reales ejecutadas alcanzan el 14,20%, y las transferencias de capital el 19,20%. En junio de 2023, con el Botànic, esos porcentajes de ejecución se quedaron en el 13,48% y el 17,61% –los datos de los meses anteriores figuran en la información que hace pública la Intervención de la Generalitat–.
La mejoría de los datos en junio es notable si se compara con los indicadores de mayo. Porque en los capítulos VI y VII esa ejecución presupuestaria se situaba en el 8,18% y en el 6,38%, respectivamente.
En términos absolutos, los porcentajes de ejecución de 2024 equivalen a 253 y 403 millones de euros (capítulos VI y VII respectivamente) de inversión ya ejecutados. Los de 2023 eran 254 y 401 millones de euros (656 millones en total), cifras, es cierto, muy similares a las del actual ejercicio. Pero el punto de partida también era distinto, puesto que el último presupuesto del Botánico -definitivo- incorporó un volumen de gasto mayor en inversión. Lo incorporó, sí, pero no lo ejecutó. Hasta mayo, lo ejecutado en capítulo VI y VII eran 144 y 128 millones, respectivamente (272 millones).
Junto a las inversiones, el otro dato clave de la ejecución presupuestaria de junio son las transferencias corrientes, es decir, el dinero en forma de subvenciones o ayudas del Consell y que se destina a gastos de funcionamiento de otras entidades o instituciones. Ese gasto, en el capítulo IV del presupuesto, alcanzó en junio un nivel de ejecución altísimo, del 52,52%. Altísimo porque sólo un mes antes, en mayo, ese porcentaje estaban en el 35,72%. La diferencia es de casi 17 puntos, conseguidos en un sólo mes. En términos absolutos, el dinero transferido para gasto corriente y de funcionamiento hasta mayo era de 2.384 millones de euros. Al finalizar junio, esa cantidad se había elevado hasta los 3.529 millones de euros.
El dato también es significativamente mejor que el de junio de 2023 –con las elecciones ya celebradas, pero sin que el Consell de Carlos Mazón hubiera tomado posesión del cargo–. El porcentaje ese año fue del 48,33%, cuatro puntos por debajo del dato de 2024. Y en dinero, se quedó en 3.218 millones. Es decir, el capítulo IV del presupuesto en junio de 2024 (3.529 millones) mejora en 311 millones el dato de 2023. Las transferencias corrientes resultan determinantes para la subsistencia de muchas entidades y organismos, especialmente los que no andan sobrados de músculo financiero. Aportar esos fondos, y hacerlo a tiempo, garantiza su funcionamiento ordinario.
El otro factor desequilibrante en la ejecución presupuestaria del primer semestre del año es el relacionado con el gasto corriente y de funcionamiento. El capítulo II en junio de 2024 se situó en el 39,76% ejecutado, que en dinero ascendió a 1.825 millones de euros. En junio de 2023, el capítulo II mantenía un índice de ejecución del 48,46%, hasta llegar a los 2.383 millones de euros.
Ahí sí, el Botánico llevaba una ejecución casi nueve puntos más alta y un gasto más de 500 millones superior.
Pero de lo que hablamos es de gasto corriente, y eso es lo que el propio Mazón ha definido en más de una ocasión al hacer alusión al exceso de grasa de la administración. Porque el capítulo II es el gasto necesario para mantener en funcionamiento la administración. Reducir ese gasto es, en realidad, consecuencia de una decisión política, que lo que busca es precisamente eso, poner el dinero en los capítulos inversores mucho antes que en los referidos a gasto corriente, que en ningún caso es productivo. En comparación con el mes de mayo, el gasto en capítulo II se situó en 1.499 millones (34,83% de ejecución).
La mejoría en los índices de ejecución llega además sin que se hayan actualizado todavía las entregas a cuenta del Gobierno correspondientes al sistema de financiación autonómica.
La mejora en la ejecución presupuestaria coincide en el tiempo con otro dato positivo para las cuentas autonómicas, el que hace referencia al déficit. Los últimos datos dados a conocer por la Intervención General del Estado, correspondientes al mes de abril, situaron la diferencia entre ingresos y gastos presupuestarios de la administración autonómica en 598 millones de euros. El dato del mismo mes del ejercicio anterior ascendió a 756 millones de euros, es decir, una diferencia de 158 millones de euros a favor de las cuentas del actual Consell. Y ese dato, claro está, sin haber llegado a recibir la actualización de las entregas a cuenta. El dato, no obstante, obedece también a un anticipo del sistema de financiación solicitado por el Ejecutivo valenciano, exactamente igual que ahora hace un año aunque entonces de menor cuantía. En todo caso, lo que ambos datos revelan es que la Comunitat sigue sufriendo un nivel de ingresos por la vía de la financiación autonómica que no le alcanza para cubrir su nivel de gastos. Y eso a pesar de la mejora en la recaudación por la vía de impuestos, incluso a pesar de las rebajas aprobadas por el Consell de Mazón. La reforma del sistema de financiación es uno de los debates que las CCAA continúan exigiendo al Gobierno de Pedro Sánchez. Hacienda tiene previsto celebrar un CPFF este mismo mes de julio, pero aún no se ha confirmado que en el orden del día de esa reunión se vaya a incluir el debate sobre la reforma del modelo.
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