Secciones
Servicios
Destacamos
Burguera
Martes, 16 de enero 2024, 01:58
La escritora inglesa Doris Lessing advertía que el talento no es algo tan raro de encontrar, pero que hay otras virtudes menos frecuentes: «No escasea la inteligencia, sino la constancia». En el PSPV pasa algo similar. La inteligencia existe, pero de lo que no hay ... noticia es del tesón. Si acaso, el ilicitano Alejandro Soler, que defiende su deseo de liderar el partido. Es una tenacidad que no abunda en un partido donde la dirección se resiste silenciosamente a las intenciones del líder provincial alicantino, que obviamente se está desgastando. Soler quiere. Bielsa, el secretario provincial de Valencia, también pero no lo dice. Y Ferraz pide paz mientras la cúpula que encabeza Ximo Puig dilata el proceso con el fin de forjar alianzas para inclinar la balanza a favor de Diana Morant sin que la ministra diga ni sí ni no. La dirección del PSPV concentra esfuerzos en Castellón, donde desde hace días baraja celebrar un acto «por la unidad», según fuentes del partido, que en realidad pretende reivindicar los apoyos que la ministra pueda tener, además del de la cúpula socialista valenciana. Crear una especie de plataforma ciudadana, de militantes en la provincia del norte, donde las fuerzas están divididas. Soler controla Alicante y Bielsa maneja una parte de Valencia mientras el abalismo cuenta con activos que pretende situar con el alicantino. Puig y su directiva no pueden jugar a exhibir delegados porque pierden. Flota en el ambiente la idea de que Morant sería la favorita de Ferraz pero la dirección federal no lanza señales por miedo a parecer que impone algo un líder, Pedro Sánchez, que lo es porque ganó las primarias contra el oficialismo. «A Ferraz le aterra la idea de que son ellos los que imponen que sea Morant», explican fuentes del partido.
Noticia relacionada
M. Hortelano
Los movimientos en Castellón, encabezados por Tania Baños, responsable del área de Estrategia y Acción Electoral en la ejecutiva del PSPV, pretenden escenificar el apoyo de la militancia de la provincia a Morant sin que la ministra siquiera haya admitido la posibilidad liderar el partido. Un clásico de la fontanería orgánica que genera rechazo en buena parte de la militancia. El liderazgo de Sánchez emergió en contraposición a este tipo de maniobras, en su caso, cuando se enfrentó a la andaluza Susana Díaz, por lo que este tipo de maniobras típicas en el PSPV se intentan camuflar.
Los teléfonos echan humo desde el viernes. Fuentes de la militancia socialista castellonense advierten que esas maniobras generan recelos. El PSPV en la provincia está dividido y los que se quedaron fuera de la directiva se sienten excluidos de toda esta escenificación de apoyo a la ministra. Así pues, ya no se sabe si Morant es una apuesta de Sánchez y de Puig, o solo de Puig.
El todavía secretario general del PSPV, Ximo Puig, continúa haciendo equilibrios para evitar explicar qué ocurrirá en el partido tras dos anulaciones en el último momento de la Ejecutiva que debe convocar el comité y fijar la hoja de ruta del proceso para celebrar el congreso donde se elija a su sucesor. O sucesora. O sucesore. Todo es posible en Granada, y también en el PSPV, cuyo líder cree que tanto retraso no debería impedir celebrar el congreso a finales del próximo mes. «Hay tiempo», ha asegurado a las puertas del Palau de la Generalitat, donde ha asistido a la entrega de los premios Manuel Broseta este lunes.
«Más allá del calendario lo importante es que haya un buen resultado y en cualquier caso, la semana que viene se sabrá», indicó Puig, una afirmación similar a la de la semana pasada. El líder del PSPV consideró que «de lo que se trata es de madurar al máximo la mejor solución». Si se busca una solución es porque hay un problema, pero Puig lo negó: «No, no es exactamente un problema. Es buscar una salida después de una decisión que tomé y que creo que es una decisión que tiene que ver con mejorar la competitividad en nuestro proyecto político que está, sobre todo, en función del interés general de los valencianos».
Respecto a la intención de Soler de presentar su candidatura de manera inminente, Puig dijo no estar al tanto y que «cada uno es dueño de su capacidad de acción. Yo creo que todos tenemos que pensar en el interés general del partido y de la Comunitat».
«Se celebrará en el primer trimestre, que es la fecha que yo anuncié. Es un tiempo suficiente para poder proyectar en tres años un liderazgo. El congreso podría ser a finales de febrero. Hay tiempo suficiente», indicó Puig, que siempre ha hecho gala de sus lecturas y que, frente a la perseverancia de Soler quizá recuerde lo que escribió Yourcenar: «La existencia no está hecha de impulsos súbitos y de constancia obstinada, sino de compromisos y de olvidos». En política siempre hay tiempo para olvidar un compromiso.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.