El PSPV vuelve a ser el PSPV

Poco importa que el secretario general y expresidente de la Genneralitat, Ximo Puig, – casi el único activo que ha tenido la organización en veinte años – improvisara una operación de retirada en la que la alfombra de su adiós sirviera para el desembarco de la que se había designado como su sucesora, la ministra Diana Morant. Lo cierto es que la dimisión en diferido de Puig lleva camino de quedarse en tierra de nadie y que el congreso que se apresuró a convocar para que fuera extraordinario y no dejar tiempo a cambalaches, casi acaba siendo ordinario y con una terna de candidatos como suele ser habitual. El PSPV vuelve a ser el PSPV.

Lo evidencian las decisiones que llegan desde la dirección de la federación estos días, con dos aplazamientos de las reuniones que tenían el encargo de convocar el congreso extraordinario. Lo evidencian los movimientos de quienes quieren jugar. Y lo evidencia Ferraz, que en público dice que respetará lo que decidan los militantes, y en privado maniobra para que nadie saque el pie del tiesto y acabe por fastidiar la puesta de largo que tenían prevista para la única valenciana con galones en Madrid, pero sin tropa en la Comunitat.

El PSPV se ha movido en estas arenas movedizas con soltura en los últimos 30 años. Las cuitas son marca de la casa y acaban siendo el preludio de varias legislaturas en la oposición, con líderes sin escaño en Les Corts. En privado, todos muestran desconcierto por la situación que se presenta, tras la puesta en escena de la sucesión de Puig, Ferraz mediante. Pero lo cierto es que los verdaderos movimientos se están produciendo bajo radar. Los que están propiciando los secretarios provinciales de Valencia y Alicante, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler, que quieren jugar. O al menos, ser parte de la partida.

Entretanto, los portavoces oficiales hacen una llamada a la calma. Ayer, la delegada del Gobierno en la Comunitat y vicesecretaria general del PSPV, Pilar Bernabé, restó importancia a los retrasos en el proceso para la convocatoria del congreso extraordinario del partido y dijo que «lo importante no es el cuándo, sino el cómo». Sobre el nuevo retraso de la ejecutiva del PSPV hasta el lunes 22 de enero – en un principio se iba a celebrar el 8 de enero, pero ya se aplazó entonces al lunes 15 –, Bernabé insistió: «Lo importante no es el cuándo, lo importante es el cómo y los socialistas, sin duda alguna, lo vamos a hacer muy bien».

Unas palabras que van en la línea de las que pronunció el mismo día del aplazamiento el secretario general del PSPV, Ximo Puig», que aseguró que el partido no va a ser «esclavo del calendario» de cara a la fijación de la fecha de celebración del congreso extraordinario. «Lo importante es conseguir un acuerdo y que haya máximo apoyo y consenso».

Para Puig, el calendario para la renovación del PSPV «siempre tiene que estar adecuado a las mejores soluciones». «Lo importante al final es conseguir un acuerdo, que haya una situación de máximo apoyo y máximo consenso» y apeló «a la enorme responsabilidad después de estos años que tiene el PSPV». «Siempre la ha tenido, pero ahora más», subrayó.