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La líder de Compromís y vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, plegó velas, para sorpresa mayúscula de su interlocutor en Madrid durante el fin de semana, Pablo Iglesias. Desde su entorno se asegura que no es la primera vez, pero lo cierto es que no es nada habitual, y menos en lo que se refiere a decisiones electorales estratégicas. Oltra quería ir junto a Podemos a las próximas elecciones del 10-N. Sin embargo, Compromís irá de la mano de Íñigo Errejón y su Más Madrid, que en la Comunitat puede convertirse en Més Compromís. Una decisión que tiene dos lecturas, por un lado, un carpetazo a los morados que podría resultar definitivo (algo que ella pretendía evitar), y por otro, una concesión a la cúpula de Compromís, que al constatar que su apuesta por Iglesias era minoritaria, más bien casi personal, no dejó de manifestar durante la Ejecutiva de la coalición su opinión. «Al verse sin apoyos, expone su posición pero no insiste, porque ni su propio partido quería ir con Iglesias. Al decirlo, si sale mal lo de Errejón, Oltra siempre podrá decir que ella ya lo dijo, y si sale bien siempre podrá decir que aceptó lo que quería la mayoría y que no impuso su criterio. Si hubiera maniobrado para salirse con la suya hubiera tenido que asumir el resultado en solitario», explica un miembro de la Ejecutiva, presente durante el debate, que fue más breve de lo acostumbrado en Compromís.
Un alto cargo de la coalición en el Consell admite, además, que la formación vive en un estado «de confusión». Desde Iniciativa quieren seguir siendo un grupo de partidos bajo el paraguas de unas siglas comunes sin más objeto que el electoral. Sin embargo, el sector joven del Bloc, liderado por el conseller de Educación, Vicent Marzà, aspira a configurar un partido único. Ese debate lleva aparcado cinco años aduciendo otras prioridades: urgencias electorales o la gestión del Consell, y esa indefinición repercute en la toma de decisiones, así como en las negociaciones con otras fuerzas políticas. Las mismas fuentes admiten que es imposible saber qué papel podrá jugar Compromís en Madrid tras el 10-N. Oltra quería decantarse por una opción conservadora, continuista, que le garantizase la paz en el Consell, según admiten desde su entorno. Sin embargo, quien más tenía que perder a la hora de elegir entre Errejón o Podemos era el Bloc, y más concretamente Baldoví.
Joan Baldoví es el único representante de Compromís en el Congreso. El congresista del Bloc manifestó sin disimulo durante el fin de semana pasado su preferencia por Errejón. Fuentes de la coalición señalan que la manifestación pública de Baldoví fue «un punto a la desesperada» y «sin papeles por medio, todavía no había ninguna propuesta concreta de Más Madrid». Oltra prefería Podemos porque, según una miembro de la Ejecutiva, «cuando estás mandando buscas asegurar, pero no era una propuesta ilusionante ni para ella misma. En realidad, a nadie le hacía gracia, ni siquiera en Iniciativa, porque Podemos no representa para nadie la solución, sino parte del problema». En Podemos, obviamente, no lo ven así. Iglesias y Oltra se comunicaron por Telegram (una aplicación de mensajería instantánea) durante el fin de semana. El líder podemista hizo una oferta «generosa», según la líder, y que consistía en que Compromís dispondría del cabeza de lista por Valencia y por Castellón y una posición de salida en Alicante. Iglesias casi dio por hecho el pacto en una entrevista. La negativa de Compromís deja ahí una herida, y no sólo con él, porque la dirección de Podemos en la Comunitat también se sintió agraviada al ver cómo Oltra les ninguneaba en esa negociación.
La vicepresidenta tendrá que convivir ahora en el Consell con muchos altos cargos de Podemos que consideran que, con la decisión de Compromís de alinearse con Errejón, la Comunitat abrió la espita para que otras confluencias también dejasen de lado a los morados en regiones como Aragón.
Un dirigente de los morados valencianos subraya que Oltra «ha claudicado» frente al Bloc, y que los nacionalistas le han ganado el pulso. En el entorno de la líder de Compromís rebaten esa idea incidiendo en que la propia Iniciativa, en la reunión de su Ejecutiva, previa a la de la coalición, el 85% de la veintena de dirigentes del partido ecosocialista se decantó por Errejón. Y eso es lo chocante.
Iniciativa es un partido monolítico. Hasta ahora. La figura de Oltra no se cuestiona, pero en esta ocasión su criterio no se ha impuesto. Fuentes del partido indican que en esta novedosa situación ha tenido mucho que ver el exdiputado Pasqual Mollà, el ideólogo de la corriente que hace diez años se escindió de EU para fundar Iniciativa. Las mismas fuentes aseguran que, ya antes del verano, Mollà se reunió con Íñigo Errejón.
En el Bloc se prefería a Más Madrid porque entienden que habría más posibilidades de formar un grupo propio en el Congreso y por representar «lo nuevo. Con Podemos ya probamos ir juntos y vimos que luego no dan mucho margen de maniobra». Los nacionalistas entienden que el desencanto por la repetición de elecciones dejará muchos votos de la izquierda sin padre ni madre, y que en ese río revuelto puede pescar la coalición.
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