Urgente Un incendio en un bingo desata la alarma en el centro de Valencia y deja 18 atendidos por humo
t Registro. Los agentes de la UCO de la Guardia Civil, en uno de los garajes de los detenidos durante la operación. jesús signes

La empresa de Azud logró 30 millones de beneficios en la etapa investigada

El periodo de bonanza de Construcciones Valencia Constitución coincidió con los años de Alfonso Grau y Rafa Rubio en el Ayuntamiento

HÉCTOR ESTEBAN

Martes, 25 de mayo 2021, 00:37

La empresa Construcciones Valencia Constitución, la sociedad clave en la investigación del caso Azud, vivió sus días de gloria durante el lustro 2005-2010, una etapa en la que el popular Alfonso Grau era uno de los hombres fuertes en el Ayuntamiento de ... Valencia y el socialista Rafael Rubio, el líder del principal partido de la oposición durante varios de aquellos años. La llegada de Carmen Alborch al Consistorio no significó tampoco una pérdida de poder para Rubio en el grupo municipal, aunque su labor estaba más alejada de los focos y con la mirilla puesta en la Diputación de Valencia.

Publicidad

Entre 2005 y 2009, Construcciones Valencia Constitución, la empresa de Jaume Febrer y clave en la investigación que lleva a cabo la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, amasó más de 30 millones de euros en beneficios. La primera vez que la mercantil cerró en positivo fue en 2005, con un resultado a favor de más de 7,5 millones de euros, y encadenó a partir de ese momento varios años de buenos resultados. El cénit lo logró en 2006 con más de 12,5 millones de euros, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, mientras que en 2007 cerró con 3,8 millones de beneficio; 4,4, en 2008, y 2,7, en 2009, cuando el balance de resultados ya advertía de los efectos de la crisis económica. A partir de ese ejercicio, la firma participada por sociedades de Jaume Febrer, Federico Ferrando y Mónica Montoro empezó a encadenar resultados en negativo por encima de los 13 millones de euros, como en el ejercicio de 2012, que son las últimas cuentas que se presentaron.

En 2003, Construcciones Valencia Constitución se fusionó por absorción con Promociones Baleares 2020, una de las empresas de Jaime Febrer y Hermosilla Tro, el primero en prisión y el segundo, investigado en el caso Azud

Hasta 2004, la empresa cerró en negativo pero poco a poco va adquirió un volumen de participación en otras sociedades importantes y en ese ejercicio las existencias en solares ascendían a más de 534.000 euros.

Publicidad

Al cierre del ejercicio de 2005, en la memoria de la empresa se apuntaron las buenas expectativas que se abrían para la mercantil: «Las previsiones en relación a los negocios son muy favorables». Y apuntaba la gran cantidad de proyectos urbanísticos en los que estaba inmersa la empresa. Construcciones Valencia Constitución participaba en una firma para hacer negocio junto al Circuito de Cheste -vendió las participaciones-, además de en un proyecto de golf en Chiva, tenía propiedades en Muchamiel, Sax, Villajoyosa y en esa época tenía también participaciones en veinte sociedades como Montemar La Nucía, Residencial Golf Mar -las acciones también fueron vendidas-, Dune y Baldesur.

En 2006, las previsiones eran todavía más halagüeñas debido al boom del ladrillo. La empresa de Febrer aumenta su participación en sociedades y llegar a realizar entregas a cuentas de futuras compras por valor de 61 millones de euros. A 31 de diciembre de 2006 tenía concedidas líneas de crédito por casi 54 millones de euros. Ese año lo cerró con unos beneficios de más de 12,5 millones de euros.

Publicidad

Esos fueron los años de los grandes éxitos para la mercantil de Febrer, participada por sociedades vinculadas a la familia Ferrando y a la familia Montoro.

En 2007, Construcciones Valencia Constitución adquirió el 2,44% de las acciones de una empresa que cotizaba en bolsa y se gastó en esas participaciones más de 307 millones de euros -pidió un préstamo de 312 millones de euros-. Antes de que acabara el ejercicio vendió las acciones y sumó unas pérdidas en esta operación de 114,6 millones de euros. Esto fue compensado con un beneficio de 121 millones «obtenido por la liquidación a favor de la sociedad de un contrato de compraventa de las acciones, firmado previamente con otra sociedad».

Durante ese ejercicio, cuando en la memoria ya se apuntaba que la desaceleración se empieza a notar, la previsión de la empresa es crecer en el negocio inmobiliario en Europa del Este y Centroamérica. Además, busca la manera de entrar en las energías renovables y tratar de diversificar el negocio en apuestas como centros comerciales, oficinas y residencias de la tercera edad. Cierra con un beneficio de 3,8 millones de euros.

Publicidad

En 2008 cambia la perspectiva. Lo que tres años antes era una empresa en expansión y con un futuro prometedor, se ve ahora sacudida por la crisis económica y las expectativas empiezan a calificarse de inciertas. A pesar de la situación, la sociedad mantuvo su discurso sobre la diversificación del negocio, reducción del endeudamiento bancario, reducción de costes, financiación alternativa e inversión en VPP.

En 2009, la memoria auditada habla de un «importante» proyecto terciario-comercial y de oficinas, además de actuar de promotores de un centro comercial. También apuntan a un proyecto hotelero y residencial junto a la nueva Fe, además de nuevas inversiones en Murcia, Albacete y Cuenca. Es el último ejercicio que la empresa cierra en positivo con unos beneficios de más de 2,7 millones de euros.

Publicidad

A partir de ese momento, la crisis económica lo arrasa todo y las pérdidas se acumulan hasta llevar a la sociedad a su disolución. En 2010 los números rojos son de 2,6 millones, al año siguiente se disparan hasta los 7,7 millones y en 2012, la losa se aproxima a los 14 millones de euros.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad