La excepcionalidad de Morant

Fuentes del PSPV han comparado el caso de Morant con el del líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas, que forma parte de la ejecutiva federal y encabezará la delegación del PSOE-A para el cónclave que tendrá lugar en la capital sevillana. Como Morant, se señala. Morant también es miembro de la dirección federal del PSOE, pero con un matiz sobre el caso de Espadas. El dirigente andaluz lo es, en tanto que portavoz del PSOE en el Senado. Morant es la secretaria de Ciencia, Innovación y Universidades de la dirección que encabeza Pedro Sánchez. Tiene, por tanto, un área ejecutiva que gestionar –le ocupe más o menos tiempo-. Espadas no.

De manera que la excepción se convierte en norma. «En todos los procesos se hacen excepciones con normalidad», se señala.

Una comunicación de la dirección federal del PSOE, dada a conocer el pasado lunes, advierte de que resulta incompatible ser miembro de la comisión ejecutiva federal del PSOE y, al mismo tiempo, delegado en ese congreso. «A los distintos congresos no podrán asistir como delegados/as los/as miembros de las respectivas comisiones ejecutivas», se señala. Se trata exactamente de la situación en la que incurre Morant. Por eso hay que hacer una excepción.

El PSPV anunció el pasado martes, lo confirmó un teletipo de la agencia Efe que citaba «fuentes socialistas», que su secretaria general, y ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, encabezaría la delegación valenciana a ese congreso federal. Morant por Valencia, Alejandro Soler por Alicante y Ximo Puig por Castellón. La ministra obtuvo el ok de las tres direcciones provinciales para asumir ese papel.

¿Eso podría cambiar por el comunicado de Ferraz? No parece el escenario más probable. Se puede y debe aplicar una excepción, se viene a sostener, porque Morant es la líder del partido. «Nadie entendería que esa excepción no se aplique a la Secretaria General del PSPV-PSOE», se señala.

La excepcionalidad de la alcaldesa de Gandia afecta también a su doble condición de secretaria general y, al mismo tiempo, ministra del Gobierno de Pedro Sánchez. Una doble función con la que, sobre el papel, la dirigente socialista dispone de acceso directo al presidente del Ejecutivo, con las ventajas que ello supone a la hora de trasladar inquietudes o sacar adelante reivindicaciones. Pero que, al mismo tiempo, se puede convertir en un problema si impide responder a situaciones de maltrato de la región.

También es excepcional –al menos no es lo habitual- que la secretaria general de una federación ocupe, al mismo tiempo, una responsabilidad en la dirección federal. Ocurre con Morant, aunque en su caso la designación como dirigente federal fue anterior a su designación como líder del PSPV en el congreso de marzo en Benicàssim.

En algunos ámbitos se ha especulado con la posibilidad de que ese congreso federal del PSOE de finales de noviembre en Sevilla sirva para acabar con alguna de esas excepcionalidades. Y como cabeza de la delegación valenciana, aún a pesar de no haberse cerrado el plazo para presentar candidatos ni haberse recogido avales, la propia Morant podrá votarla.