El exdiputado del PP en Les Corts Andrés Ballester durante una entrevista. LV

Fallece el exdiputado del PP que coló unos ajos en el juicio de los trajes de Camps para dar suerte

Andrés Ballester, empresario y leal al expresidente del Consell, fue concejal popular en el Ayuntamiento de Orihuela

H. E.

Valencia

Martes, 31 de enero 2023, 18:18

El exconcejal del PP de Orihuela y exdiputado en Les Corts, Andrés Ballester (1959), ha fallecido este martes tras una larga enfermedad. Ballester era empresario, gerente de la empresa Imperio Garlic, una de las grandes multinacionales del ajo en España. Fue uno de los cargos del PP más leales al expresidente Francisco Camps, al que apoyó en los momentos más duros del caso Gürtel.

Publicidad

En la superficie era un tipo recio, de carácter duro, de los que a simple vista el choque de miradas invita a mantener distancia. Cetrino de piel y con un bigote frondoso, que acusaba ese carácter distante al primer contacto. Una vez superada esa puerta, Ballester era un tipo afable, socarrón, con sentido del humor y una retranca importante.

En Les Corts tomó notoriedad por ser el precursor de la iniciativa para que saliera de prisión el exalcalde de Torrevieja, Pedro Hernández Mateo, condenado por corrupción. Varios diputados de la Cámara valenciana firmaron uan petición que encontró el rechazo frontal del entonces presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Al final, el partido no sancionó a Ballester.

Una de las cosas indiscutibles en Les Corts era la lealtad del diputado de la Vega Baja a la figura del expresidente de la Generalitat Paco Camps. Una amistad labrada en los tiempos en los que hubo que luchar contra el ripollismo, la variante del zaplanismo en Alicante.

Con la llegada de la Navidad, Ballester siempre repartía entre los diputados un motivo navideño hecho con ajos. Un detalle que elaboraban en el centro ocupacional Oriol, con el que colabora la empresa. Uno de ellos fue un muñeco de nieve hecho con ajos, con dos chinchetas en los ojos y la cabeza de un tapón de cava como sombrero. Ballester repartió el regalo entre sus compañeros y por empatía se llevó uno al TSJ para que 'protegiera' a Paco Camps y Ricardo Costa en el juicio de los trajes.

Publicidad

El muñequito allí se quedó. Hasta el final del juicio. En una de las salas del Consejo Valenciano del Colegio de Abogados. Y si nadie lo ha quitado, allí seguirá, donde lo dejó Ballester. El ajo, si no se manosea, permanece intacto por fuera aunque quede hueco por dentro.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad