'No news, bad news': sin novedad en el debate sobre la financiación

La reforma del sistema de financiación, que pareció vivir su pistoletazo de salida con la presentación a principios de diciembre de la propuesta de población ajustada del Ministerio de Hacienda, vive apenas dos meses después un desesperante parón por parte del Ejecutivo central, que ni mueve ficha ni se pronuncia en respuesta a la gran pregunta: ¿y ahora qué?

Las CCAA ya han presentado sus alegaciones al ministerio que dirige María Jesús Montero. Documentos que van del 'no me gusta nada' de las comunidades gobernadas por el PP como Madrid o Andalucía, al 'es mejorable' de algunas de las presididas por el PSOE.

Entre estas últimas, claro está, la valenciana, que reclama una serie de modificaciones técnicas, además de un fondo de nivelación y la condonación de la deuda histórica. Una posición 'de máximos' para afrontar la negociación que, paradójicamente, no ha arrancado todavía.

Porque, en realidad, el Ministerio de Hacienda aún no tiene claro que hacer. Montero aseguraba esta mañana que a finales de este mes de febrero contará con la propuesta del comité de expertos sobre la reforma fiscal y a partir de ahí, el Ejecutivo tomará «el tiempo que necesite» -ha dicho de forma textual- para poder estudiar el conjunto de medidas que se vayan a plantear.

Fuentes de su departamento señalaban hace pocas fechas que se tenían que estudiar las alegaciones realizadas por las CCAA. «La idea es hacerlo en el menor tiempo posible. Luego se verá la mejor forma de responder a las CCAA, pero lo importante es la intención del Gobierno de seguir avanzando y buscar el máximo consenso en la reforma», se señalaba.

La forma de hacerlo podría ser una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), donde Gobierno y CCAA pusieran en común sus posiciones y trataran de alcanzar una posición conjunta. Pero pasadas las elecciones de este fin de semana, y con las andaluzas calentando en la banda, no parece que los partidos vayan a plantearse abordar una propuesta de subida de impuestos para mejorar la financiación de las CCAA.

Este compás de espera, el 'no news' respecto a la financiación, se convierte en un 'bad news' para la Comunitat Valenciana. El Consell admite no saber hacia dónde evolucionara este debate, ni tener novedades respecto a los planes del Gobierno. Lo único seguro, se insiste, es que la Comunitat está infrafinanciada y necesita un cambio de modelo cuanto antes.

Pese a ello, la convicción de que la reforma no verá la luz esta legislatura está cada vez más extendida. El calendario electoral, la delicada 'venta' de una reforma fiscal que incrementará algunos tipos para conseguir más recaudación y el hecho de que el debate siga sin instalarse definitivamente en el ámbito político nacional complica su resolución.

Pedro Sánchez le prometió a Compromís en enero de 2020 que en ocho meses tendría una propuesta de nuevo modelo. De aquel plazo cumplido han pasado ya otros veinte meses. Y la coalición nacionalista ha llegado a oírle decir a la ministra Montero que la población ni siquiera sería el criterio fundamental del nuevo modelo, tal y como exige la Comunitat.

Mientras tanto, el Gobierno valenciano ha comenzado a estudiar las alegaciones presentadas por otras CCAA a la propuesta de población ajustada del ministerio. El PSPV evita cuestionar las catalanas, por más que no tengan ningún encaje en las valencianas, porque concluye que acabará necesitando el respaldo de esa región en este debate, siempre y cuando el independentismo no vuelva a coger la puerta y abandone el proceso.