Urgente Un incendio en un bingo desata la alarma en el centro de Valencia y deja 18 atendidos por humo

Seguridad. No hay más. Es la clave de todo. La catástrofe material, la inundación no se podría haber evitado pero cada día que pasa hay declaraciones e informes que demuestran que los valencianos estaban huérfanos de las mejores medidas de protección, de aquellas que podrían ... haber atenuado el número de fallecidos, que ya suman 220 más los desaparecidos. La inoperancia e ineptitud de aquellos que gestionaron la crisis de la DANA se vota cada cuatro años, por lo que sólo queda afinar la próxima vez, pero la seguridad es una cuestión de presupuesto, experiencia y emergencia.

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La ciudad de Valencia vivió el 3 de julio de 2006 un accidente de metro que se saldó con 43 muertos y 47 heridos. La investigación posterior demostró que una baliza de frenado hubiera evitado el accidente y salvado la vida de aquellos que perecieron en la estación de Jesús. Una baliza y la seguridad de, entre otras cosas, las ventanas del convoy, que nunca estuvieron bien reparadas.

La resaca más dura de las catástrofes es calcular cuántas muertes se podrían haber evitado si los sistemas de seguridad fueran los mejores, algo que no era así en la reciente DANA, según un informe de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) firmado por su propio presidente, Miguel Polo.

Ahora, además de reparar el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), que falló durante el 29 de octubre aportando datos inciertos y poco fiables, se va a poner en marcha en la cuenca del Júcar el Sistema de Alerta Temprana (SAT), un mecanismo de protección de avenidas que sí que tiene la Confederación Hidrográfica del Ebro, entre otras, y que, según se desprende del informe firmado por Miguel Polo, podría haber evitado parte de las 220 muertes que ha causado una DANA que los cálculos apuntan que se da una vez cada 10.000 años. La inversión, 22 millones de euros.

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El SAT permitirá disponer de la información meteorológica en tiempo real, especialmente de AEMET, además de conocer el comportamiento hidrológico de los principales ríos y barrancos, hacer previsiones a corto plazo sobre la evolución de los caudales y optimizar la operación de los embalses. Un triple operación de control: meteorológico, hidrológico y gestión de embalses.

De la misma manera que la baliza del metro hubiera reducido la velocidad de manera automática del tren y este no habría descarrilado, un SAT en la CHJ habría permitido que los datos que manejaba el comité de crisis de la DANA fueran fiables, ciertos y casi al minuto. Eso son vidas.

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La Confederación reconoce en ese informe que sus sensores y aforos fallaron, que los caudales registrados eran aproximados porque fueron siempre mayores y que hay puntos, como el barranco de la Horteta, donde se estima un paso de 3.000 metros cúbicos por segundo sin que haya ningún elemento técnico que lo pueda corroborar. Eso son muertos.

Ahora, tras 220 muertos y varios desaparecidos, un SAT permitirá anticiparse a la catástrofe

«Uno de los puntos clave a la hora de realizar un control y anticipación a los problemas de las avenidas son los Sistema de Alerta Temprana (SAT). Estos sistemas se centran en el análisis en tiempo real de los datos disponibles e incorporar previsiones futuras de lluvia, para obtener mediante modelación hidrológica una estimación de los caudales circulantes», apunta el informe. «Estos caudales determinarán la explotación de los embalses existentes, lo que permite realizar una previsión de los caudales que circularán por los cauces», prosigue.

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Y al finalizar, el documento firmado por Polo, pone negro sobre blanco la clave: «Esta anticipación de la situación permitirá adelantar la generación de alertas ante eventos climáticos extremos ayudando a disminuir el tiempo de reacción para la gestión más eficaz y reducir los riesgos de la población».

Polo, justifica la declaración de emergencia de la contratación en que lo ocurrido el 29 de octubre «hace patente la necesidad de medidas de protección adicionales para paliar los efectos de posibles futuras crecidas extraordinarias. Se manifiesta la urgente necesidad de disponer de sistemas que permitan una gestión anticipada en tiempo real de los riesgos de inundación, mediante un Sistema de Alerta Temprana que permita una reacción a corto plazo frente a futuros eventos de magnitud similar a la reciente DANA».

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La baliza del metro era responsabilidad del Consell y el sistema de alerta de los ríos y cauces de la Confederación, que es lo mismo que decir, del Gobierno. La desgracia, en parte, se podría haber evitado si en lugar de un sistema obsoleto, precario, débil y poco fiable se hubiera dispuesto de un SAT en un lugar que, como sabe y registra el Ministerio de Medio Ambiente, era de alto riesgo con 99 inundaciones históricas. ¿Por qué el Consell de Camps no tenía dispuesta aquella baliza? ¿Por qué el Ministerio de Teresa Ribera no presupuestó antes y licitó un SAT para la Confederación Hidrográfica del Júcar, uno de los puntos con el mayor número de inundaciones de toda España?

El Gobierno se parapeta tras una cifra de 62 correos y alertas, la mayoría de ellos de lluvia caída que nadie analizó y que, sirven de poco si no se estudian los caudales. El Consell trata de disfrazar su inoperancia en la falta de datos cuando los propios medios de comunicación anunciaban la avenida.La realidad es que la rambla del Poyo pasó a ciegas de 28 a 1.686 metros cúbicos por segundo en dos horas y media, un tiempo perdido y precioso para salvar vidas.

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