El Consell recauda 500 millones más por impuestos pero las consellerias ejecutan menos

La Intervención General de la Generalitat acaba de publicar los datos correspondientes a la ejecución del presupuesto de la administración autonómica del mes de mayo de 2022. Un foto fija, al finalizar el quinto mes del año, respecto a cómo andan ingresos y gastos para el Gobierno valenciano, así como cuál es el nivel de ejecución de cada una de las consellerias.

Hasta el pasado mes de mayo, la Generalitat llevaba ingresados 11.306 millones de euros. De esa cantidad, 5.399 millones correspondían a la recaudación que se había producido por la vía impositiva: 2.085 millones en impuestos directos; 3.124 en impuestos indirectos y 180 millones más en tasas y precios públicos. El resto, en su mayor parte, tiene que ver con los préstamos recibidos, algo más de 5.000 millones de euros.

Si nos fijamos en la recaudación, que es el dato que mide lo que el Gobierno valenciano ha ingresado por la aplicación de impuestos, esos 5.399 millones de euros suponen casi 500 millones más que en el mismo mes del año 2021. Las cifras que ofrece la misma Intervención General sitúa los ingresos totales en ese mes en 10.437. Y la recaudación en 4.907 millones de euros. Una diferencia de 492 millones de euros a favor de la recaudación de 2022.

Ese aumento de la recaudación, vinculado a incrementos de los tipos fiscales y a recuperación de la actividad económica, debería de ir aparejado de una mejora en los porcentajes de ejecución de los presupuestos de las consellerias del Gobierno valenciano. Debería, pero no es así. Se recauda más, se ingresa más, pero se gasta peor.

Los datos de ejecución de los distintos departamentos del Consell, en comparación con los del ejercicio 2021, retratan ese parón en la ejecución del presupuesto. Pese a que la media de ejecución este año se sitúa en el 37%, dos puntos por encima de la del año pasado, hasta cinco consellerias acumulan un gasto que no llega ni al 20%. Y dos de ellas, Transparencia y Vivienda, ni tan siquiera alcanzan el 10%.

Intervención sitúa a esos dos departamentos, los dirigidos por Rosa Pérez y Héctor Illueca -los dos representantes de Unides Podem en el Consell- con los peores datos de ejecución. Los peores de entre todas las consellerias, y lo que parece más difícil, aún peores que los de 2021, cuando uno y otro departamento se situaron, respectivamente, en el 8,3% y el 10,7%.

Las dos consellerias ocupan tradicionalmente el farolillo rojo en lo que a ejecución de gasto se refiere, con varios programas prácticamente sin estrenar. Pero otras tres obtienen datos de ejecución singularmente bajos: Política Territorial (15%), Hacienda (15%) y Agricultura (18,5%). Todas ellas están prácticamente 20 puntos por debajo de la ejecución media del Gobierno valenciano.

Y, en comparación las cifras de mayo de 2021, sólo el departamento que dirige Mireia Mollà logra una mínima recuperación (11,8% en aquella ocasión). Política Territorial se deja 1,5 puntos respecto al año pasado, mientras que Hacienda retrocede 10 en comparación con mayo de 2021.

Esos cinco departamentos son los que peor llevan el año en lo que a ejecución del gasto se refiere. Igualdad, Justicia y Economía también ejecutan por debajo de la media y también empeoran sus registros respecto al año anterior. Educación se mantiene en el 32%, igual que hace un año; Presidencia empeora, pero está por encima de la media; mientras que Sanidad e Innovación mejoran, aunque sólo la primera está por encima de la media (39%).

Llama la atención que tres de las consellerias con peores porcentajes, Política Territorial, Igualdad y Hacienda, han sufrido cambios en los titulares de sus departamentos en las últimas semanas -dos en la crisis del Consell forzada por Ximo Puig tras la marcha de Manolo Mata y el tercero tras la dimisión de Mónica Oltra por su imputación en el caso de los abusos de su exmarido a una menor tutelada por la Generalitat.